Un síntoma de estrés aguda, es la obsesión por arrancarse los pelos desde el cuero cabelludo u otras partes de cuerpo e incluso llegar a ingerirlo. Sin duda un trastorno de salud mental que requiere ser atendido a tiempo.
Alrededor de 100 mil pelos en el cuero cabelludo tiene una persona en promedio. Dicho número de folículos pilosos pueden llegar a bajar por distintos motivos, entre ellos el envejecimiento celular, por problemas genéticos, o bien, por diversas patologías que pudieran gatillar un ciclo de caída del cabello, donde la mala práctica de arrancarse el pelo con frecuencia también cobra un espacio entre las razones de multicausalidad. Y si bien, esta última razón esgrimida es conocida clínicamente como "tricotilomanía" -concepto derivado del griego thrix, trichós (cabello) y manía (impulso)-, las personas que padecen este problema son clasificadas por su conducta como individuos con trastorno mental, ello porque sufren una pérdida de pelo localizada debido al hábito de tirarlo hasta sacarlo de raíz o cortarlo.
Curiosamente, existen individuos que luego de extraer su cabello optan por ingerirlo, vale decir, se lo comen literalmente. Un práctica conocida como "tricofagia".
A pesar que el cuero cabelludo suele ser el principal afectado, también hay tricotilomaniacos que se concentran en otras áreas, como cejas, pestañas, región púbica, brazos y piernas.
Esta afección es más frecuente de lo que se podría pensar.
Según revela la doctora Patricia González, psiquiatra de Clínica Alemana, este tipo de casos afecta aproximadamente al 4% de la población, siendo 5 veces más común en mujeres que en hombres, puediendo presentarse a cualquier edad, aunque suele ser más frecuente en adolescentes y niños por razones asociadas a estrés o maltrato infantil, entre otras causas.
"A lo largo de mi experiencia clínica, veo que usualmente las personas que padecen este trastorno les produce mucha vergüenza hablar sobre el tema. Incluso, un alto porcentaje trata de ocultarlo, tendiendo a minimizar el problema, cambiando por ejemplo, el estilo de peinado para que no se note", dice la Dra. González.
Aparte de la apariencia desigual del pelo, la tricotilomanía no suele generar otro tipo de consecuencias físicas. Sin embargo, cuando la persona se come el cabello se pueden generar algunas complicaciones como la obstrucción intestinal, provocada por 'bolas de pelo' o tricobezoares que se acumulan en el sistema digestivo, lo que puede requerir incluso tratamiento quirúrgico.
En cuanto a las causas, la psiquiatra afirma que hay publicaciones que catalogan a este desorden dentro del espectro del trastorno obsesivo compulsivo, por lo que su origen podría estar relacionado con alteraciones en algunos neurotransmisores, principalmente la serotonina. Sin embargo, todavía no existe consenso al respecto. Lo que sí se sabe es que estos cuadros muchas veces se ven agudizados en situaciones de estrés. Asimismo, hay casos en que se dan en concomitancia con otros desórdenes como síndromes ansiosos y depresivos.
ANOMALÍA CON TRATAMIENTO
En el caso de los niños y los adolescentes, la tricotilomanía suele ser detectada por los padres, quienes al descubrir zonas sin pelo, llevan a sus hijos al médico para ver de qué se trata.
El diagnóstico diferencial lo hace generalmente el dermatólogo, con el fin de descartar otras patologías que pudieran causar la pérdida de cabello como alopecia, problemas de tiroides, diabetes, tiña o lupus, entre otros. Si se confirma que es un caso de tricotilomanía, el paciente es derivado a un psiquiatra o psicólogo, quien evaluará el caso y verá cuál es el manejo más indicado.
La doctora González explica que el tratamiento está enfocado en distintas áreas de acción. Una de ellas es la psicoterapia, donde la terapia cognitivo conductual, específicamente, ofrece una de las técnicas más usadas: la conversión o inversión de hábitos. Ésta consiste en pedirle al paciente que identifique las situaciones de riesgo en que se saca el pelo como por ejemplo momentos de estrés, aburrimiento o estudio-, de manera que tome conciencia de esta costumbre y cuando sienta la urgencia de tirar del cabello sea capaz de detenerse.
En conjunto con esto, se le entregan a la persona métodos de relajación que ayudan a canalizar de otra forma la necesidad. Además, se le enseña a realizar una acción consciente con sus manos (ocultar el pulgar). Muchas veces, con esto basta para que la persona abandone el hábito.
En el caso de que la tricotilomanía se asocie a otra enfermedad, como por ejemplo depresión, el tratamiento farmacológico de esta segunda patología disminuye la costumbre de arrancarse el pelo. "En los casos más graves, es decir, personas que quedan prácticamente calvas o sin cejas, se pueden utilizar inhibidores selectivos de la serotonina, como sertralina u otros medicamentos usados para el tratamiento de la depresión, trastornos de ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo", concluye la especialista.
Necesito urgentemente algun psicologo o psiquiatra q me ayude aqui en bolvia, le agradeceria q me ayude
ResponderEliminarDespues de 3 años intentando solucionar el problema con mi hijo de ahora 11 años, con psicologos, psiquiatas, etc...recien respiro tranquila, si bien no lo ha ruperado en un 100% si en un 99% con terapia con imanes y florales en un centro de tratamientos alternativos...a las dos semanas se comenzaron a ver los cambios y gracias a dios lleva ya 5 meses sin sacarse el pelo
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