HISTORIADORES, GEOGRÁFOS Y ARQUEÓLOGOS UNEN SUS CONOCIMIENTOS PARA RECONSTRUIR LA RED DE ACEQUIAS Y/O CANALES HIDROGRÁFICOS LEGADOS POR LA CULTURA INCA AL VALLE CENTRAL DE SANTIAGO, EVIDENCIANDO QUE EXITÍAN ANTES DE LA LLEGADA DE LOS CONQUISTRADORES ESPAÑOLES A CHILE.
Texto: Erick Bellido / Bellido Press
El valle del río Mapocho que vio Pedro de Valdivia el año 1540, tenía un potencial agrícola que relucía de extremo a extremo, pero además aseguraba la provisión de agua para sus huestes. Pero pocos se han detenido a estudiar en detalle como funcionaba la forma de administrar los afluentes hidrográficos, ni mucho menos quienes fueron los verdaderos responsables de su canalización estratégica.
Recientemente, el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN), publicó el libro 'Mapocho Incaico Central: Distritos Prehispánicos de Irrigación', escrito por los investigadores Rubén Stehberg (arqueólogo), Gonzalo Osorio (historiador) y Juan Carlos Cerda (geógrafo), quienes justamente se dieron la tarea de reconstruir esos fragmentos olvidados por el paso del tiempo, poniendo en valor el trabajo heredado por la presencia Inca en el precitado valle, lo que permitiría el afianzamiento de la ocupación hispánica en las cuencas de Aconcagua, Maipo y Cachapoal.
En casi 60 páginas, los investigadores muestran la impresionante red de canales de regadío que existía en el valle de Santiago antes de la llegada de los españoles. Era una treintena de canales, algunos de más de 10 kilómetros, que salían del río Mapocho y del río Maipo, irrigando terrenos que podrían haber llegado a una 12.000 hectáreas.
“Estamos cerca de la totalidad de la red, con algún grado de error en la ubicación exacta de los canales”, afirma Rubén Stehberg, quien además a escrito diversos estudios sobre la presencia Inca en Chile, como por ejemplo sus asentamientos en sobre el Pucará de Chena en San Bernardo, y la Plaza de Armas en la Región Metropolitana.
Cada canal está documentado, algunas con fuentes inéditas, con el nombre del propietario y/o de la acequia, como la lista de españoles que construyeron sus chacras a partir de esos canales.
“La gran densidad de canales está comprendida entre los ríos Mapocho y Maipo”. Stehberg aclara que, posiblemente, “no todos los canales se construyeron o usaron al mismo tiempo”.
“Esa idea de que aquí había poco y nada que transmite la versión oficial, esta investigación la ha ido cambiando”, dice. “Faltaba esta publicación. Estaba el Camino del Inca, el Centro Administrativo (en la actual Plaza de Armas de Santiago), un centro adoratorio. Pero faltaba ésto para entender por qué Pedro de Valdivia fundó Santiago aquí.”
“Había casi 12.000 hectáreas con riego, es decir aquí había mucha comida”, concluye el arqueólogo Stehberg, quien con apoyo de historiadores y geógrafos logran recrear un total de 19 canales que sacaban aguas del río Mapocho y otros once canales del río Maipo, todo esto en el tiempo de la llegada de los españoles que llegaron a construir sus chacras en el otrora valle de Santiago.
Esta nueva investigación permite entender porque Pedro de Valdivia elige establecerse en el Valle del Mapocho para proceder en sus afanes de conquista, tomando en consideración que existía no sólo gran abundancia de agua y terrenos cultivados con siembras de maíz y otras especies diseminadas en la zona.
A modo de ejemplo, para acercar estos hallazgos a la gente, es dable señalar que los Incas descubrieron la forma de llevar agua procedente del Río Mapocho a la actual comuna de Huechuraba, generando un verdadero salto de agua, formando una laguna artificial y zonas de humedales, que sirvió de base para armar grandes zonas cultivables, lo que permitió a los españoles armar sus primeras chacras. Toda esa zona fue mutando en el tiempo, hasta llegar a lo que actualmente se conoce como la ciudad empresarial de Huchuraba. Lo que pocos saben, es que estos sendos cursos de agua quedaron reducidos a su mínima expresión en los tiempos actuales, cambiando radialmente la geografía del valle.
CÁLCULOS ESPECULATIVOS DEL CAUDAL
Si bien, exciten diversas hipótesis especulativas respecto de la hidrografía de la época para estimar los grados de infiltración de aguas para comprender como se configuraron los canales grandes (1,60 metros x 160 ) y canales chicos (80 cm x 1,60), calculando las dimensiones anatómicas de los indígenas (altura media de 1 metro sesenta centímetros), se pudo estimar con la pendiente del Valle del mapocho que pudo haber tenido un caudal promedio de 7,67 metros cúbicos por segundo que podía regar cerca de 472 hectáreas, versus 9,56 en el Valle del Maipo llegando a regar más de 7.497 hectáreas.
Esto permite especular que el clima en Santiago de Chile antes de la llegada de los españoles era altamente más húmedo, haciendo tremendamente productivas las tierras, pese a la complejidad de las pendientes, revelando que los ingenieros hidráulicos incaicos fueron tremendamente eficientes en el manejo del agua, logrando anticiparse con sus técnicas en 300 años a la labor efectuada por los Canalistas del Maipo en la era actual.
Descargar aquí la publicación original en PDF:
https://publicaciones.mnhn.gob.cl/668/articles-70584_archivo_01.pdf
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