Por: Erick Bellido Y.
La era de las armas atómicas reaparece acompañada con un manto de especulaciones, que se alimentan con hechos ligados a una serie de amenazas de conflictos bélicos vociferadas en medios de opinión pública masivos -Youtube, redes sociales, cables de noticias, radio y T.V.- difundidos por el régimen de Kim Jong-un en Corea del Norte.
El diálogo beligerante entre las partes involucradas escala a pasos agigantados. Si, porque en las últimas semanas llegó el cruce de dichos y reacción a los dichos hasta un punto crítico; producto de que Corea del Sur y EE.UU se efectúan -desde 01 de marzo de 2013- ejercicios militares anuales en Key Resolve y Foal Eagle.
El diálogo beligerante entre las partes involucradas escala a pasos agigantados. Si, porque en las últimas semanas llegó el cruce de dichos y reacción a los dichos hasta un punto crítico; producto de que Corea del Sur y EE.UU se efectúan -desde 01 de marzo de 2013- ejercicios militares anuales en Key Resolve y Foal Eagle.
Cabe destacar, que el ejercicio militar conjunto desplegado en Key Resolve, se efectúa cada año para coordinar la respuesta a un posible ataque norcoreano. El despliegue militar se prolongará hasta el próximo 21 de marzo próximo, y cuenta con la participación de unos 10.000 soldados surcoreanos y 3.500 estadounidenses, además de aviones y submarinos norteamericanos. El inicio de estas maniobras fue uno de los detonantes en la escalada de tensión generada tras las amenazas de Corea del Norte.
Así, tras la oleada de ruidos y campañas del terror impulsadas por la milicia norcoreana, las luces de alerta roja no hacen esperar en la comunidad mundial de naciones. Mientras Estados Unidos ha logrado desplegar tropas y busques hasta los mares asiáticos como medida de disuasión táctica militar amparados en el argumento de garantizar ejercicios de paz mundial, junto con activar un verdadero ‘paraguas nuclear’, a objeto de neutralizar cualquier acción belicosa. El ambiente es tenso, y las rutinas de maniobras conjuntas con Corea del Sur abren un manto de especulaciones por parte de los corresponsales de prensa y los analistas internacionales.
Si bien estas acciones no tienen por ahora fecha de expiración, los ojos de los veedores internacionales de la ONU -el Consejo de Seguridad de la ONU impuso sanciones económicas el pasado jueves al país comunista por su prueba nuclear efectuada en febrero pasado- se mantienen atentos a los movimientos de cada uno de los bandos. Pero lo que agudiza la tensa calma, no es únicamente el despliegue masivo de armamentos nucleares en la zona de conflicto, sino que además, las potenciales represalias frente a un inminente ataque atómico de Corea del Norte focalizado en objetivos como las islas de Okinawa (Japón) y Guam, zonas donde Estados Unidos mantiene flotas con armamento nuclear.
La trepidante y dura ofensiva de declaraciones propiciada hace ya una semana por Corea del Norte, deslindan públicamente advertencias de ataques nucleares preventivo s con tropas preparadas para una guerra inminente, además de anunciar que los pactos de alto el fuego suscritos con Corea del Sur hace sesenta años, ya no se encuentran vigentes. Entre tanto, EE.UU. mantiene desplegados en Corea del Sur alrededor de 28.500 efectivos como herencia de la Guerra de Corea (1950-53). Una situación que se ve lejana virar en su eje, al menos hasta que los protagonistas y antagonistas de esta trama terminen por enfrentarse en la arena.
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