UNA COSA ES LA CULTURA DE MASAS, Y OTRA, ES EL CULTO AL ARTE COMO UN PATRIMONIO FAMILIAR. AQUÍ REVELO EL CARA Y SELLO DEL EFECTISMO ENTORNO A VAN GOGH, Y EL DESCONOCIDO VÍNCULO DE UN CHILENO AMANTE DEL HERMÉTICO MUNDO DE COLECCIONAR CREACIONES MILLONARIAS.
Shai
Agosin, es el empresario del entretenimiento que hizo posible traer hasta América
Latina de forma inédita, una singular y colorida exposición audiovisual que mezclando
diapositivas, videos y música clásica, revela en un montaje conceptual el legado
de Vincent Van Gogh. La exhibición que lleva por nombre “Van Gogh Alive: the experience”, se puede apreciar actualmente
en Santiago de Chile, tras recorrer 30 países.
El
logro de la galería de imágenes en movimiento presentada en Espacio Riesco, no
sólo radica en mostrar la evolución del trazado, mezcla de cromatismos y pinceladas, sino también, en brindar al
espectador una dinámica exploración senso-perceptual en torno a la obra del
artista, que logra estremecer al visitante, para sumergir las miradas en un
envolvente micro-mundo, dotado de una producción multimedia en 360 grados, que
obliga al visitante a girar sobre su eje, observar sentado o de rodillas lo que
sucede a su alrededor.
Agosin,
logra en un espacio reducido despertar emociones, apoyado de múltiples proyectores
colgados sobre rieles que marcados por el ritmo de la música clásica, logran dar vida al arte, con proyecciones en telas de
piso a techo.
ANÓNIMO COLECCIONISTA
Después
de ver la muestra de Agosin, algunas personas comentan que la industria
cultural del entretenimiento de masas deja atrás la forma de apreciar un cuadro
colgado a un muro, pues ante la ausencia de movimiento, lo estático se torna
aburrido. Pero, claramente se equivocan, pues son experiencias distintas no
comparables.
Bien
lo sabe Rodrigo Albornoz Costa, un tímido y anónimo empresario chileno, que con el paso
de los años, se transformó él junto a su familia con residencia en Santiago y Nueva York, en uno de los mayores
coleccionistas de afamados óleos pintados por el mismísimo Van Gogh. Entre su enorme colección de obras, además posee acrílicos y óleos originales con diversas composiciones de ilustres
artistas, entre los que destacan Mané, Monet, Dalí, Picasso y Van Dyck, por citar algunos impresionistas y postimpresionistas que vieron nacer el arte moderno a nivel planetario.
La
autenticidad de la colección de sus obras cuentan con el aval de los más
prestigiosos museos del mundo tras ser sometidos a diversos análisis químicos y radiológicos, destacando Fogg Museum, Smithsonian y Van Gogh Museum de Amsterdam, cuyo curador el
Dr. Louis Van Tilborgh, destaca la gran colección atesorada por la familia del chileno, la cual optó por no vender los cuadros y atesorarlos, facilitando algunas de sus obras, para ser presentados en diversos países del orbe.
A tal punto ha logrado trascender su fama por atesorar una millonaria colección que supera las cien obras, que próximamente, se estrenará un documental sobre el coleccionista chileno, además de revelarse un perfil de su silente personalidad ligada a la promoción de las artes, utilizando como vitrina al mundo, al prestigioso diario norteamericano The New York Times.
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