Chile se sitúa entre los top ten del mundo en el ranking global de facilidad para el comercio que realiza bianualmente el Foro Económico Mundial (WEF), en el que se analizan 138 mercados del orbe.
Bellido Press
Al comparar las cifras del nivel de productividad y competitividad de Chile, con el concierto de los países presentes en América Latina, nos situamos en el lugar número 34, vale decir, 22 puntos más arriba de Brasil y 27 puntos por sobre Perú. Todo un mérito considerando que la economía de dichas naciones se encuentran viviendo su nivel de alto crecimiento, demostrando positivos índices de competitividad.
De los cuatro subíndices en que se descompone el índice general de la medición WEF, Chile sobresale en el acceso a mercados, donde alcanza la mejor ponderación de todas las naciones evaluadas, situándose en el primer lugar a escala global con una puntuación de 5,5 sobre un máximo de 7.
Pero lo que no deja de llamar la atención, es el rezago en el cual se circunscribe la posición de la vecina nación de Argentina, la cual acumula un deterioro de sus indicadores de competitividad WEF dentro del contexto internacional, dilatando su letargo en el espacio-tiempo, sino que también la mayoría de la región ha superado a Argentina en el índice de competitividad.
Pero no se puede ser triunfalista con estos resultados, pues en el caso de los chilenos, las cifras dan cuenta que los ciudadanos noruegos producen en 1 hora, más del triple de lo que logra un chileno. Ello denota que se debe reforzar con mayor fuerza la educación, la capacidad de innovación y el desarrollo e implementación tecnológica, variables que en su conjunto terminan por impactar directamente en la productividad y percepción de nación competitiva.
Sin duda alguna, también influyen otros múltiples factores que merman la capacidad de un óptimo desempeño, y ahí surgen elementos ligados a las políticas públicas, escalas de remuneración, incentivos por productividad, niveles de calidad, capacidad de respuesta ante la oferta y demanda, todos indicadores que si no son bien sorteados o liderados, terminan afectando en el corto, mediano y largo plazo.
La falta de confianza en los gobernantes, los cambios de condiciones permanentes y la frágil defensa de los derechos de propiedad, son algunos de las situaciones que impactan negativamente en las condiciones para llevar a las economías menos competitivas a un nivel de mayor rendimiento.
COMPRENDA Y EXPRIMA EL RANKING
El sistema de ranking en el cual el Global Competitiveness Report identifica el comportamiento económico de 148 países en el mundo, es un informe anual de competitividad a nivel mundial que brinda indicadores sociales, económicos, laborales, educativos y culturales, lo cual permite realizar un perfil que describe las formas en que los países establecen las pautas necesarias para atraer inversiones e incrementar los recursos propios.
Global Competitiveness Report, cuenta con la colaboración de las instituciones miembros y por académicos de todo el mundo, los cuales unifican múltiples criterios para evacuar informes que brindan puntos de vista y opiniones esenciales para que políticos, empresarios, líderes del mundo y la sociedad en general, conozcan las estrategias y debates que contribuyen a la elaboración de programas y políticas de gobiernos sustentables.
Cabe destacar que el Índice de gestión de negocios que elabora el Banco Mundial es similar en los ítems relacionados a la gestión de negocios del ranking de competitividad del WEF.
De 185 países, el que Chile se ubique entre los números 34 y 40, implica una señal de consolidación productiva a nivel continental y global, ubicándose desde dicha posición, por detrás de países como Noruega, Estados Unidos, Singapur, Japón, Hong Kong y Taiwan.
Por otra parte, el Banco Mundial también realiza un índice de Logística que refleja las percepciones de la logística de un país basadas en la eficiencia del proceso del despacho de aduana, la calidad de la infraestructura relacionada con el comercio y el transporte, la facilidad de acordar embarques a precios competitivos, la calidad de los servicios logísticos, la capacidad de seguir y rastrear los envíos y la frecuencia con la cual los embarques llegan al consignatario en el tiempo programado.
Si bien año tras año se avanza, aun queda un largo camino por recorrer para lograr subir escaños en el ranking de competitividad.
El informe del WEF también ilustra una encuesta global donde se sintetizan los principales factores que hacen más difícil realizar negocios. En este sentido, es interesante resaltar que en el primer puesto se encuentra la inflación, segundo las regulaciones de compra y venta de divisas extranjeras, tercero la corrupción y cuarto el acceso al crédito.
Al comparar las cifras del nivel de productividad y competitividad de Chile, con el concierto de los países presentes en América Latina, nos situamos en el lugar número 34, vale decir, 22 puntos más arriba de Brasil y 27 puntos por sobre Perú. Todo un mérito considerando que la economía de dichas naciones se encuentran viviendo su nivel de alto crecimiento, demostrando positivos índices de competitividad.

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