CIENTÍFICOS
DEMUESTRAN QUE LAS BACTERIAS INTESTINALES JUEGAN UN PAPEL FUNDAMENTAL EN LA
OBESIDAD, REVELANDO QUE LOS MICROBIOS PUEDEN CAMBIAR EL COMPORTAMIENTO DE LA
GENTE CON TRASTORNO DEL PESO.
Bellido Press / Agencias
Sabía que el cuerpo humano es
un verdadero medio de transporte en favor de las bacterias. Es que existen diez
veces más bacterias en el cuerpo que células... Si! todo parece indicar que el recambio
de bacterias en el cuerpo puede tener efectos significativos, especialmente
para aquellas personas de talla XXL. A modo de simple ejemplo, la odiada 'disentería' (que produce la diarrea), genera la introducción de bacterias en el intestino, y como consecuencia colateral, termina por causar la
pérdida de peso cuando el problema se prolonga en el tiempo.
Pero ¿Cuál es la novedad ahora?. Las noticias llegan desde desde China, donde un grupo de científicos de la Universidad Jiao Tong de
Shangái, explora una nueva fórmula que podría hacer historia siguiendo los principios expuestos, porque abre
esperanzas para revertir los dramas asociados a las vidas de personas con
problemas de obesidad.
Se preguntará en este momento ¿cuál es el secreto debajo de la manga científica?. Curiosamente, un cúmulo de bacterias intestinales ocultas en el peso de las personas. Es que la obesidad es causada por comer más calorías de las que gastamos, junto con existir muchas cosas que tienen un impacto sobre nuestras bacterias intestinales, donde la clave se juega en lo que comemos.
Se preguntará en este momento ¿cuál es el secreto debajo de la manga científica?. Curiosamente, un cúmulo de bacterias intestinales ocultas en el peso de las personas. Es que la obesidad es causada por comer más calorías de las que gastamos, junto con existir muchas cosas que tienen un impacto sobre nuestras bacterias intestinales, donde la clave se juega en lo que comemos.
Para el grupo de
investigadores, el hallazgo constituye una eficaz forma para perder los kilos
de más, y para ello sólo bastaría con cambiar el tipo de bacterias que habitan al
interior de los intestinos, maximizando la quema de grasas de forma directa,
siendo más efectivo que disminuir el consumo de calorías. Al menos eso señalan las voces expertas!
Actualmente, las pruebas con
humanos apenas están empezando. Recientemente científicos en Shanghái publicaron en la Revista Microbiology Ecology
algunos de sus avances, dando cuenta por ejemplo, que uno de los pacientes con
obesidad mórbida -estudiado como precursor-, perdió 51kg en seis meses. Pero
más allá de dar cuenta de los resultados caso a caso. Lo relevante, es que del
universo de 93 personas voluntarias en condiciones de obesidad sometidas a las
pruebas de control, todos perdieron en promedio unos cinco kilogramos en nueve
semanas y el 45% que continuó durante 23 semanas llegando a perder unos 6
kilos. Lo interesante es que originalmente registraron un promedio del Índice
de Masa Corporal (IMC) de 32, y en los tiempos precitados, su IMC promedio cayó
a 29,3.
Los resultados de dicho
ensayo clínico, además revelan que todos fueron alimentados con suplementos que
promueven el crecimiento de ciertos tipos de bacterias y que, a la vez, reducen
los niveles de otras bacterias en el intestino, ingiriendo siempre una
balanceada dieta.
Así, en intervalos de 30
días, nueve semanas y 23 semanas, los participantes llenaron cuestionarios en
los que especificaban lo que habían comido en las últimas 24 horas. Después de
una noche de ayuno, se les pesaba, medía y examinaba en general.
El estudio asegura que los
niveles de la proteína C-reactiva, vinculada a la obstrucción de arterias y al
daño de los vasos sanguíneos del corazón, también se redujo durante la
investigación.
Los altos niveles de
bacterias productoras de toxinas en el intestino -como la enterobacteria-
pueden causar resistencia a la insulina, lo que significa que la persona no se
sentirá llena después de comer un plato de arroz, sino que necesitará cinco, 10
o 20 platos para sentirse satisfecha, pues sus cuerpos no les están avisando
que estaban llenos.
Al cambiar esa bacteria se
podría activar un gen que hace que el cuerpo queme la grasa. Si una persona se
alimenta con una dieta baja en calorías solamente, su capacidad para perder
peso podría verse afectada si sus intestinos aún contienen altos niveles del
tipo de bacteria que desactiva el gen que produce la quema de grasa.
No obstante, el
descubrimiento no implica dejar de lado las dietas hipocalóricas, ni menos
olvidarse de hacer deportes para modelar el cuerpo, sino muy por el contrario.
Todo es un complemento, que permiten optimizar la vida sana y en equilibrio con
una alimentación saludable. Además, se debe tener presente que el estudio
advierte que dado que se trata de una investigación en contexto de naturaleza
controlada, no permite inferir que todos los efectos descritos se deben a la
manipulación de la flora intestinal.
CIFRAS
DE LA OMS
Según la Organización
Mundial de la Salud, el año 2008 hubo más de 1.400 millones de adultos de 20
años o más con sobrepeso. De ellos, 200 millones de hombres y 300 millones de
mujeres eran obesos. Al año 2014 la situación no ha cambiado, pues las cifras
siguen al alza, llegando a duplicarse en los últimos 30 años, situando a Chile
en el tercer lugar de los países de América Latina, sólo superado por Argentina
y Guatemala.
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