ILUSTRADOR CHILOTE EXPONE SU OBRA ARTÍSTICA INSPIRADA EN DINONOSAURIO 'ATACAMATITAN CHILENSIS' EN MONTAJE DE ARTES CIENTÍFICAS MÁS
IMPORTANTE DEL MUNDO, EL FOCUS ON NATURE XIII,
ORGANIZADO POR EL MUSEO DEL ESTADO DE NUEVA YORK.
Uno de los más reconocidos
paleoilustradores de Chile es Mauricio Álvarez. Un desconocido pero ilustre creativo radicado en la Isla de Chiloé, y quién paleta y pincel en mano, se ha consolidado
como un artista especializado en escenarios y criaturas de la era jurásica y
anterior, complemento perfecto de la labor que efectúan biólogos, paleontólogos
y botánicos tras cada campaña científica,
y cuyos hallazgos de múltiples cementerios fosilíferos, aplica conocimientos
científicos e imaginería para reconstruir paisajes olvidados por el pasar del
tiempo.
Sus recreaciones artísticas
y plásticas de especies extintas, no
sólo han logrado impactar positivamente en la gestión divulgativa del
conocimiento paleobotánico y paleontológico, pues sus creaciones han permitido
efectuar montajes de vitrinas temáticas en el Museo Nacional de Historia Natural
de Chile, además de colaborar en los trabajos liderados por el investigador David
Rubilar, quién lideró el descubrimiento de la nueva especie de dinosaurio bautizada
como Atacamatitan chilensis,
saurópodo de 10 metros de largo encontrado en la localidad de Conchi Viejo, en
la Región de Antofagasta, en pleno desierto de Atacama.
Así, gracias a la generación
de dichas piezas gráficas y un cúmulo de trabajos desarrollados en su dilatada
carrera producida tanto en Chile como en Argentina, Álvarez se adjudicó el
derecho para exponer en la exhibición de artes científicas más importante del
mundo, el Focus on Nature XIII, que
año a año organiza el Museo del Estado de Nueva York, de los Estados Unidos,
muestra que ya se encuentra en desarrollo y se mantendrá abierta hasta enero de 2015.
ILUSTRACIÓN
CHILENA EN NUEVA YORK
La pieza gráfica que Mauricio
Álvarez expone actualmente en los Estados Unidos, es precisamente la del
dinosaurio Atacamatitan chilensis,
imagen que ha sufrido múltiples mejoras y retoques, ya que los restos fósiles no
siempre aparecen completos en las excavaciones, situación que hace que la
visualización final varíe en el tiempo.
Lo anterior explica el hecho
que tras cada nuevo hallazgo, las ilustraciones
evolucionen ocasionando cambios radicales, pero que acercan las miradas
de la humanidad hacia una primitiva realidad natural, pero con fundamentos
científicos.
Se trata de la primera vez que un artista chileno expone en el lugar, un derecho que se ganó luego de sortear el dictamen de un jurado de Fon, que usa criterios muy específicos para aceptar una obra, especialmente desde el punto de vista científico. Sólo para la actual versión postularon 172 artistas de 18 países, de los que sólo se seleccionaron 90 obras.
La ilustración científica es más que una lámina ilustrativa sostiene Álvarez, agregando que su arte “es una creación que permite desarrollar imágenes que permiten a la gente darse cuenta que no es un proceso simple, pues implica un arduo proceso investigativo, participar en congresos y debates científicos, además de absorber literatura especializada”.
Para cubrir los costos del paleoarte, las obras de Álvarez son financiadas como parte del ítem que un científico tiene en el presupuesto de su estudio, además de contar con aportes de empresas editoriales, museos y fundaciones pro divulgación de las ciencias, lo que permite ilustrar especies y paisajes prehistóricos con verdadero realismo.
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