EXPRIMIR IDEAS Y CAPACIDAD MENTAL

SÓLO UTILIZAMOS EL 10% DE LA CAPACIDAD CEREBRAL. NUESTRO POTENCIAL MENTAL ES INFINITAMENTE DESCONOCIDO, PERO NO POR ELLO INDOMABLE. PARA QUE LAS IDEAS NO SE  DISUELVAN, AQUÍ ALGUNAS PAUTAS PARA  ORGANIZAR Y EXPLORAR NUESTRO FICHERO GRIS.

Texto: Erick Bellido Y.

Constantemente la mente se mueve y naufraga por un mar de pensamientos, no sólo por los compromisos psicomotores, sueños, movimientos reflejos o relaciones sociales, laborales y familiares, sino porque además, es también por la necesidad de jerarquizar prioridades, solucionar problemas cotidianos, cubrir compromisos, balancear economías, recordar eventos pasados, y planificar presente-futuro. Con tanto que pensar, las ideas se desordenan, o bien, las neuronas no rinden como se quisiera.

¿Cómo hacer para aliviar la sobrecarga cerebral, sin generar “un corto circuito”?. ¿Es posible potenciar la destreza mental y ordenar nuestras ideas igual que un fichero digital?.

El sicólogo norteamericano Tony Buzan, quien ha desarrollado estudios del poder de la inteligencia, promueve la factibilidad de sacarle lustre al disco duro cerebral, para lo cual elaboró un método que permite a cualquier individuo normal o en sano juicio ordenar literalmente el software de su 'cabeza' como si se tratara de un ordenador multi-touch.

Su estrategia la plasmó en su libro Cómo crear Mapas Mentales -editorial Urano- donde entrega herramientas prácticas para ordenar las ideas y fortalecer el aprendizaje, las que hoy son muy usadas por ejecutivos y profesionales del mundo empresarial de Estados Unidos y Europa para entrenar habilidades de destreza y ordenamiento de la memoria.

Según el doctor Buzan, cada BIT (unidad) de información que accede al cerebro (sensación, recuerdo o pensamiento, palabra, número, código, alimento, fragancia, imagen, etc.) se puede representar como una esfera central de donde salen innumerables enlaces de información. Cada enlace tiene eslabones que representan una asociación determinada, mientras que cada asociación posee su propia e infinita red de vínculos y conexiones.

Es decir, la pauta del pensamiento del cerebro humano actúa como una gigantesca máquina de asociaciones ramificadas, algo así como un súper biordenador, con líneas de pensamiento que reflejan estructuras de redes neuronales que constituyen la arquitectura física del cerebro humano. En este sentido, cuanto más se aprenden nuevos datos de una manera ramificada, integrada, lúcida y organizada, más fácil es seguir aprendiendo.

EL CEREBRO HUMANO PESA EN PROMEDIO 1,3 KG Y ES UNA MASA DE TEJIDO GRIS-ROSÁCEO QUE ESTÁ COMPUESTO POR UNOS 100.000 MILLONES DE CÉLULAS NERVIOSAS (EN UN CEREBRO ADULTO) CONECTADAS UNAS CON OTRAS Y RESPONSABLES DEL CONTROL DE TODAS LAS FUNCIONES MENTALES.

IDEAS MAPEADAS

Los mapas mentales permiten representar la información de manera fácil, espontánea, creativa, en el sentido que la misma sea asimilada y recordada por el cerebro. Así mismo, la técnica admite que las ideas generen otras ideas y se puedan ver cómo se conectan, se relacionan y se expanden, libres de exigencias de cualquier forma de organización lineal.

Esta función natural de la mente humana y de la expresión del pensamiento es una poderosa técnica gráfica que ofrece los medios para acceder al potencial del cerebro.

Así cuando algo nos llama la atención, ello se cristaliza en nuestro cerebro en una imagen central. De esta imagen central surgen otros temas principales en forma ramificada, donde las ramas comprenden una imagen o una palabra clave sobre una línea asociada.

Incluso, los puntos de menor importancia también están representados como ramificaciones adheridas a las ramas de nivel superior, todo lo cual conforma una estructura nodal conectada. Además los mapas se pueden mejorar y enriquecer con colores, imágenes, códigos y dimensiones que les añadan interés, belleza e individualidad, fomentándose la creatividad, la memoria y la evocación de la información.

MENTE A LA CARTA

Tomando en cuenta las características esenciales del asunto o motivo de atención, se deben definir una o varias Ideas Ordenadoras Básicas (IOB), que son conceptos claves (palabras, imágenes o ambas) de donde es posible partir para organizar otros conceptos. En este sentido un mapa mental tendrá tantas IOB como requiera el “cartógrafo mental”. Una manera fácil de descubrir las principales IOB de una situación determinada es haciéndose las siguientes preguntas:

¿Por qué?, ¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuál?, ¿Cuándo? o si esto fuera un libro, ¿Cuáles serían los encabezamientos de los capítulos?; ¿Cuáles son mis objetivos específicos?; ¿Cuáles son mis interrogantes básicos? Todos estos cuestionamientos sirven bastante bien como ramas principales de un mapa mental.

A estas ramas principales -que surgen de la idea principal- deben luego agruparse los conceptos, ya que un mapa mental se debe aglutinar y expandir a través de la formación de sub-centros que partan de él y así sucesivamente.

Otro referente que juega un rol destacado es la imaginación, ya que ayuda a concebir imágenes visuales que son mucho más recordadas que las palabras. Por este motivo la idea central a partir de la cual ordenaremos “nuestro fichero” debe ser una imagen visual fuerte para que todo lo que está en el mapa mental se pueda asociar con él. 

Por último, el uso de palabras claves son más efectivas que las oraciones o frases, para ser retenidas por el cerebro. 

Aquí una ayuda para exprimir su capacidad cerebral: 

VENTAJAS DEL MAPEO MENTAL 

•Estimula el uso equilibrado de ambos hemisferios del cerebro. 

•Activa los métodos de percepción asociando ideas, imágenes, frases, recuerdos, etc. 

•Despierta la creatividad del ser humano al no tener límites en su diseño. 

•Es una herramienta efectiva y dinámica en el proceso de aprendizaje y de adquisición de información. 

•Rompe paradigmas con respecto a los métodos estructurados y lineales de aprendizaje. 

•Simplifica la vida diaria, al potenciar el rendimiento del pensamiento todo mejora: emprender proyectos, persuadir, negociar, organizar compras, resumir un libro en una página, planificar la vida familiar o retener agendas telefónicas, entre otras cosas.