EL RIESGO SIEMPRE LATENTE EMERGE ANTE MENTES INSANAS O FRENTE A LA POSIBILIDAD DE QUE UNA PERSONA ACTÚE DE MANERA EXTREMADAMENTE VIOLENTA, CON O SIN MOTIVO APARENTE. EXPLORA AQUÍ LA FINA HEBRA QUE SEPARA UNA MENTE CRIMINAL DE UNA MENTE DELIRANTE.
Texto: Erick Bellido Y.
Al intentar clarificar casuística relativa a delitos de alto
contenido violento, resulta clave despejar con premura la variable 'psicosis'. Si, porque uno de los primeros aspectos que se debe considerar
y posteriormente diferenciar es la imputabilidad del delito. La idea es saber si la persona que cometió el ilícito se encontraba en un estado
de locura o demencia, toda vez que éste elemento central se considera legal al consignarse en el Código Penal de Chile.
Pero el estado de locura o demencia, referido para declarar a una persona
inimputable del o los ilícitos, se juega en discriminar si la persona al momento de la
ocurrencia de los sucesos se encontraba o no bajo un estado de 'psicosis'. Un trastorno psiquiátrico grave, que considera como primer el conocido 'Juicio de Realidad', el cual consiste en:
§
no lograr diferenciar entre la realidad y la fantasía.
§
no lograr discriminar entre lo socialmente adecuado o esperado y lo desadecuado.
§
no diferenciar entre verdad y mentira.
§
no discriminar entre lo interno y lo externo.
También
se caracteriza por una desorganización estructural de
la personalidad, donde todo está fusionado y confundido. La diferenciación
entre lo propio y lo ajeno no existe, es decir esta persona incorpora el mundo externo
como interno. Es por esto que las personas son percibidas en forma indiferenciada,
no son personas independientes, sino partes de la persona que padece de la
psicosis.
En
general, los trastornos psicóticos, se encuentran desvinculados de la realidad,
del mundo y de sí mismo.
ESQUIZOFRENIA
Es uno de los trastornos más graves de la personalidad. Implica
una desorganización de aspectos intrapsíquicos de tal profundidad que
modifica su relación con el medio. Se
caracteriza por un proceso de disgregación mental, con problemas en la ideación
y de la conducta. Los trastornos en la ideación están caracterizados por
alteraciones de la formación de conceptos los cuales conducen a una mala
interpretación de la realidad y en ocasiones ideas delirantes y alucinaciones.
Como consecuencia natural de los cambios afectivos se presenta una respuesta
emocional ambivalente, reducida e inadecuada y pérdida de empatía con otros.
La
conducta puede estar retraída, regresiva y extravagante. La persona cesa de construir su mundo en comunicación con los
demás, para perderse en un pensamiento autístico, es decir, en un caos
imaginario, este proceso es relativamente lento, progresivo y profundo.
MENTES FRAGMENTADAS
Entre los principales trastornos psicopatológicos de la esquizofrenia, emergen ideaciones que invaden todas las áreas de la
personalidad, así es posible observamos alteraciones en el pensamiento caracterizado por
disociaciones e incoherencia, esta fragmentado y resulta por lo tanto
incoherente, representando las ideas delirantes, una proyección más de la
conflictiva mental. Las ideas delirantes se traducen en delirios de grandeza,
de invención, de religión de celos, persecución, sin dudas estos últimos los
más peligrosos, ya que el individuo siente que debe defenderse de los que los
espían o quieren dañarlo.
El
esquizofrénico presenta graves problemas de memoria, amnesia, como consecuencia
frente al delito no recuerdan, no reconocen, no saben qué edad tienen, no saben
en que lugar se encontraban, con una desorientación temporo-espacial.
En
relación a los aspectos perceptivos en el esquizofrénico existen generalmente
alucinaciones pudiendo ser: visuales, auditivas, olfativas y kinestésicas.
La
afectividad en el psicótico está alterada, existen sentimientos nuevos extraños
y una marcada indiferencia, inestabilidad y conducta incomprensible. En el
esquizofrénico se observan conductas extravagantes, realizan sus actos de
manera repetida. Realiza, dentro de la misma conducta criminal, actos repetidos
que en si mismos no poseen una coherencia.
El
lenguaje adquiere características infantiles incoherentes, a veces ceremonial y
formal, con repetición de palabras y con un vocabulario que incluye palabras
nuevas inexistentes en el vocabulario que utilizamos el resto de las personas
(neologismo).
El
estrechamiento de su atención resulta de las preocupaciones autísticas, vive en
un mundo de fantasía y por lo tanto existe una falta de concentración a nivel
externo.
En
la asociación de las ideas no existe lógica, es decir, se encuentra una
desorganización total de la personalidad. La secuencia del pensamiento es
difusa y desorganizada, la actividad no es concreta, no puede realizar una
actividad estable, existen amaneramientos, estereotipias, posturas.
Lógicamente
es difícil y sumamente complejo caracterizar la conducta del psicótico en
relación a una agresión determinada, por el hecho de que estamos frente a una
desorganización de la personalidad, sin embargo, en una conducta psicótica
predomina una conducta violenta, irracional, sin control, odio,
autodestrucción, con una disgregación psíquica.
Las
conductas criminales pueden desarrollarse sin ninguna razón manifiesta. Se
trata de conductas impulsivas, de crímenes cometidos aparentemente sin
vacilación, el desencadenamiento imprevisto, es propio de la impulsividad
esquizofrénica, que puede manifestarse en el odio agresivo con respecto a un
miembro de la familia o a un desconocido.
El
psicótico realiza una conducta post delictiva
particular, que no se manifiesta de ese modo en otros delincuentes. Esta
observación parece obvia, pero existen ciertas características comunes, propias
de los ladrones, violadores, estafadores, en función de la conducta delictiva.
Una
de las manifestaciones más peculiares es que el sujeto realiza una conducta
opuesta a la que cabría esperar que realice una persona que acaba de realizar
un acto delictual.
La
conducta delictual, en estos individuos surge ante un estado extremo de
ansiedad, es una crisis en la cuál el delito, es una defensa frente a la
disgregación de su personalidad. Por ello, la
conducta delictiva irrumpe en estos sujetos de una manera brusca no acorde con
su modo de vida, podemos decir que estos individuos utilizan su agresión hacia
el mundo exterior, con el objeto de impedir la disolución de su personalidad.
Posterior a la conducta, tienden a evadir o negar psíquicamente la conducta
delictiva, surge entonces una tendencia biológica de dormir por largas horas,
posterior al delito.
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