DURANTE EL 2017 SE PERPETRARON EN CHILE 43 CASOS DE FEMICIDIOS POR
CÓNYUGES, PAREJAS O EX PAREJAS, ANOTANDO UN ALZA DE NUEVE CASOS EN RELACIÓN AL 2016.
Según cifras aportadas por el Ministerio
de la Mujer y la Equidad de Género, a lo
largo de todo el territorio chileno, durante el año 2017, se perpetraron 43
casos de femicidios (feminicidios) por cónyuges, parejas o ex parejas.
Comparadas las cifras con el año 2016, el año que recién se fue registro un
aumento de nueve casos más en relación al periodo anterior.
Por otra parte, de forma
disonante, la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, sostuvo que la
cifra llegó en Chile a los 65 femicidios. La diferencia en los números se
explicaría porque en este último indicador se incluyen situaciones que no
necesariamente están ligadas a una estrecha relación familiar, pero que de
todas maneras va en el mismo sentido de violencia de género. Ejemplos de ellos
son las personas asesinadas por clientes sexuales o, sencillamente, por
desconocidos.
Pero más allá de los números, lo
relevante es la reflexión de las sociedades respecto a estos lamentables hechos
criminales, y que expresó las cifras lejos de mitigarse, avanzan de forma
constante al alza. Un indicador que debe ser leído como un llamado de ALERTA
para continuar evolucionando en la forma no sólo de condenar estos casos, sino también,
de involucrar a otros sectores para amplificar conciencias y voluntades a la
hora de buscar alternativas para atenuar la violencia intrafamiliar y en las
relaciones de pareja que terminan lamentablemente con episodios teñidos de
sangre y muertes, denotando el marco legal vigente aún es insuficiente.
Para el 2018, las autoridades políticas
y ONGs buscarán redoblar sus esfuerzos, focalizando sus acciones en el desarrollo e implementación de nuevas
campañas preventivas, porque definitivamente no se está llegando con los
mensajes de forma efectiva a quienes viven en Chile.
Lamentablemente, las cifras reflejan que se
llega a lo sociedad después del femicidio con un aparato legal que no siempre
es efectivo, que no va a la causa y raíz estructural de este problema. El
desafío se juega en re-educar desde el colegio, reforzar las políticas públicas
y el rol de los medios de prensa, pues son todos los anteriores los que pueden
influir en las familias para abordar las problemáticas vinculadas a la génesis
de la violencia.
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