Virus del resfrío e influenza, no sólo afectan a los
humanos durante el invierno. Los cambios bruscos de temperatura, la humedad, el
frío y la falta de cuidados especiales pueden tumbar a la cama, al hospital o
al cementerio incluso a sus mascotas, especialmente a cachorros y viejos. Aquí
las claves para protegerlos y descartar mitos del contagio animal-dueño.
Por: Erick Bellido / @ErickBellidoY
Kitty, una pastor alemán, acostumbra a dormir a la
intemperie. Ana -su dueña- cuenta que detectó un abrupto decaimiento en su
perra, por lo que la derivó al veterinario. “Me dio pena verla abatida y
rápidamente consulté un especialista, que me confirmó que estaba resfriada. Por
ello le habilité un rincón en la cocina para evitar exponerla nuevamente al
hielo”, cuenta a Bellidos Press la dueña de casa Ana Aguilera.
Es que los cambios bruscos de temperatura, por ejemplo de
perritos que viven en departamentos con verdaderos micro-climas y son sacados
abruptamente al frío, o bien, viven en los patios de casa permanentemente
expuestos a las heladas, en ambos casos, pueden quebrarse sus mecanismos de
regulación térmica, especialmente en cachorros y perros viejos, desencadenando
enfermedades invernales muy similares a la de los humanos. Así, casos como el
de Kitty se repiten a diario, pero a diferencia de lo que relata la dueña de la
mascota, aún son pocas las personas que tienen el hábito de consultar un
especialista para tratar las enfermedades de sus animales domésticos, más si se
trata de felinos u otras especies exóticas.
Loreto Muñoz, veterinaria especialista en medicina
broncopulmonar, explica los motivos por los cuales se enferman las mascotas.
“Lo más habitual es el resfrío y la tos de perros y gatos, sobre todo cuando se
exponen a lugares donde hay poca ventilación, mala higiene y mucha humedad
ambiental. El contacto con otros animales también conlleva el riesgo de
contraer bacterias”, comenta.
Pero la veterinaria desmitifica la creencia que con el
estornudo de una mascota un niño se pueda contagiar de un virus gripal. “No hay
transmisión viral de perros o gatos a los seres humanos, ni viceversa, ya que
son distintos. El virus que produce el resfrío en gatos es el calicivirus y el
herpes, mientras que en los perros el problema surge con la parainfluenza, el
adenovirus y el distemper”.
Por otra parte, el doctor José Luis Gallegos, del
Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Chile, advierte sobre el especial
cuidado que se debe tener con los animales en los primeros meses de vida.
“Hasta los seis meses de edad se deben atender con especial atención, porque
durante ese período tienen menos defensas y están más expuestos al contagio de
distintas enfermedades. Ideal es desparasitarlos cada tres meses y cada seis
cuando son adultos”.
Controlar la vigencia de todas las vacunas anuales con la
asesoría de un veterinario es vital, ya que resulta gravitante mantener alta la
inmunidad. Clave también es mantenerlos bien aseados, aunque el clima no sea el
más idóneo.
Cada vez es más común ver perritos con capas y abrigos con llamativos diseños por las calles. Es recomendable abrigarlos cuando mascotas como "Tenshi", viven permanentemente al interior de espacios abrigados (casas o departamentos). La idea es mitigar el brusco cambio de temperaturas.
DIETA
Y HOGAR
Una forma conveniente de proteger a las mascotas de las
enfermedades invernales es reforzando su dieta. Así lo reafirma el doctor
Eduardo Baldrich, médico veterinario de Pet Food Institute quien sostiene que
“los cambios bruscos de temperatura pueden perjudicar a las mascota. Por ello
se debe reforzar su dieta. El alimento balanceado es la mejor opción para
asegurar que reciba las calorías óptimas y los nutrientes necesarios para que se
mantengan saludables”.
El especialista sostiene la idea que “una alimentación
adecuada es particularmente importante para aquellas mascotas que viven a la
intemperie porque necesitan producir más energía para tolerar bajas
temperaturas”.
Adicionalmente a una buena alimentación, los animales que
viven afuera de la casa, como el caso de los perros, necesitan de un lugar bien
aislado y con elevación respecto del suelo. Además, requieren de una protección
adecuada contra el viento y medidas para evitar que se filtre la humedad y el
agua. El lugar debe estar siempre seco y limpio para evitar que se depositen
virus o bacterias en los ropajes de abrigo.
Sin embargo, pese a todos los resguardos que se deben
tomar, los especialistas advierten que las mascotas, particularmente perros que
vivan en departamentos o casas, deben ser paseados diariamente para así evitar
un encierro prolongado que también puede ser perjudicial, por la escasa
ventilación del lugar donde se encuentra el animal, potencial riesgo para adquirir
enfermedades invernales. El doctor Baldrich recalca que pese al frío, hay que
continuar con las rutinas de paseo para las mascotas en general, para que éstas
se recreen al aire libre.
INFLUENZA
EN ANIMALES
-Parvovirus:
Presenta vómitos, diarreas sanguinolentas, rechazo de comida y agua. Se
transmite con facilidad y se debe evitar el contacto con otros perros.
-Distemper:
Tos, fiebre alta, mucosidad nasal y falta de apetito. Puede desarrollar tics
nerviosos, parálisis y convulsiones. La desinfección del hábitat del animal es
clave.
-Adenovirus:
Infección respiratoria localizada. Presenta tos y puede haber secreción nasal
mucopurulenta de duración variable.
-Parainfluencia: Sus
signos característicos son mucosidad nasal, tos, ojos llorosos, fiebre y diarrea.
Debe ser tratada con rapidez pues afecta normalmente a los cachorros.
-Bordetela
Sp:
Es una tos excesiva que presenta arcadas para eliminar secreciones. El cuadro
es de origen bacterial.
-
Traqueo-Bronquitis: Fiebre, pérdida de apetito, tos ronca y seca,
son los síntomas más frecuentes en perros. Es aconsejable prevenir la
enfermedad, con vacunas de repetición anual.
-
Calicivirus y Herpes: Presenta secreción nasal, conjuntivitis y
ulceras en la lengua. Los felinos infectados presentarán falta de apetito,
fiebre y secreciones excesivas por nariz y ojos.
CUIDANDO A LOS REGALONES
En invierno, las mascotas domésticas que viven al
interior de la casa, pueden experimentar caída del pelo y presentar una piel
más seca, que aparece como caspa, durante el invierno. Esto puede ser resuelto
cepillando a la mascota frecuentemente para remover el pelo y renovar la piel,
estimulando una mayor humectación de la piel.
Pero ojo, no sólo las mascotas domésticas requieren
cuidados especiales. Los animales salvajes o exóticos también pueden presentar
cuadros virales. “Hace unos días dimos de alta una pareja de loros que había
cultivado un cuadro gripal de origen bacteriano. Lo tratamos con antibióticos
para sanarlos. Algo similar ocurrió con un conejo, pese a que manejamos
estrictas barreras sanitarias para evitar el brote de virus”, advierte Sebastián
Celis, médico del Hospital Veterinario S.O.S del Buinzoo.
Por otra parte, Mauricio Fabry, médico veterinario del Zoológico
Metropolitano de Santiago, revela que “en esta época del año reptiles como
iguanas, tortugas y serpientes requieren más calor, por ello adaptamos las
temperaturas de sus refugios a 24º C. Algo similar ocurre con los erizos de
tierra que requiere 17º C para evitar que se resfríen o contraigan virus”.
Para evitar el brote
de la temida influenza en los animales, en ambos recintos cuentan con planes de
acción preventiva, consistente en suministrar a los animales suplementos
alimenticios más energéticos, evitar el ingreso de mascotas (perros y gatos),
reforzamiento del aislamiento térmico de las áreas de descanso e
intensificación de los controles sanitarios con medicina preventiva.
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