UN EXCÉNTRICO NORTEAMERICANO DEDICADO AL MUNDO DEL SHOW, CIRCO Y
MUSEO, TUVO EN SU PODER LA EVIDENCIA EMPÍRICA DE LA EXISTENCIA DE LAS SIRENAS:
SU CUERPO ÍNTEGRO. PERO UN DESBASTADOR INCENDIÓ ELIMINÓ TODA EVIDENCIA FÍSICA,
QUEDANDO SÓLO LA HISTORIA Y FOTOGRAFÍAS QUE DESMITIFICAN LAS LEYENDAS DE NAVEGANTES Y PESCADORES, PARA
SUMAR POLÉMICAS EVIDENCIAS DE SU POTENCIAL EXISTENCIA.
Texto: erick@bellido.cl
Hay mentes creativas que mezcladas
con técnicas de buena propaganda pueden lograr notoria popularidad. Es el caso de Phineas
Taylor Barnums, una figura newyorquina de mediados del 1800 que logró fama y
fortuna durante una carrera que se prolongó por casi 60 años anclado al rubro
del divertimento de sello exótico, tras dar vida a exposiciones itinerantes
altamente sorprendentes, las cuales sirvieron de base para construir circos y
museos orientados principalmente al entretenimiento masivo.
Aunque nuestro ilustre
personaje murió en 1891, su legado volvió a estar vigente recientemente, tras
el revuelo generado el primer semestre del año 2013, al darse a conocer que
P.T. Barnums, un día sábado fechado el 15 de julio de 1865, hizo circular en la
ciudad de Nueva York un boletín impreso en el cual promovió una especie de
circo-museo que contenía una colección con diversas curiosidades humanas, entre
ellas, la mujer gorda, el matrimonio de enanos más diminuto jamás visto y diversas especies del mundo marino, entre ellas, un par de ballenas contenidas en un estanque gigante de agua de mar.
Pero el espectáculo de
rarezas, generó especial interés de la ciudadanía norteamericana por asistir a
observar dentro de la amplia exposición de variedades, a una verdadera “SIRENA” en aparente estado de momificación.
Si bien, la Sirena se
presentaba sin vida, se promovía con fotos e ilustraciones en muros y prensa de la época, luciendo bien preservada
al interior de un cristal cercano al metro ochenta de altura, donde se podía
apreciar la mitológica criatura marina en 360 grados, la cual habría sido
encontrada por una expedición científica en el polo norte.
Por desgracia, el museo
donde se exhibían todas las piezas, algunas de alto valor para la ciencia
actual se incendió el año 1865 por causas desconocidas, justo antes de la inauguración
oficial en que se exhibiría la auténtica SIRENA, borrando toda evidencia para
potenciales estudios futuros, salvo un kit de afiches y fotografías que
lograron testimoniar la existencia de dicho ser.
LOCO
SHOW DE VARIEDADES DE BARNUMS
Nativo de los Estados
Unidos, Barnums, registra su acta de nacimiento en la localidad de Bethel,
Connecticut, en 1810, para trasladarse cuatro años más tarde hasta la ciudad de
Nueva York, haciendo vida en Manhattan donde terminó por casarse a temprana
edad. Así pasó de vender Biblias, hasta lograr encontrar su senda ligada a la
fusión de la cultura y el espectáculo de variedades.
Así inicia Barnums una serie
de exhibiciones alternativas, algunas con poco éxito y otras con gran afluencia
de público, gracias a que supo combinar las técnicas circenses, la actuación y la
inteligencia intuitiva para captar la esencia de la curiosidad humana por ver
lo nunca visto.
Las calles Broadway y Prince,
se colmaron de afiches y volantes, además de artículos de prensa que dieron
cuenta de sus excéntricas piezas arqueológicas, animales y criaturas de extraña
procedencia. Tras toda la propaganda había un negocio que reportaba
suculentos dividendos, más allá si algunos salían conformes o decepcionados con
lo observado, pues las promociones de sus show tendían a exagerar de forma astuta
sus atracciones con el propósito de agotar la venta de boletos. Sin ir más lejos,
llegó a promover en sus artículos de prensa la presencia de un astrónomo de manadas
de bisontes y la exhibición de seres humanos alados procedentes de la Luna,
animales pintados de extraños colores, junto con exhibir troncos utilizados por
los discípulos de Jesús, momias, circo de pulgas, taxidermistas trabajando en
vivo, hombres gigantes, gemelos siameses, magos, ventrílocuos y enanos.
En 1841 Barnums compró Museo
Americano de Scudder, un revoltijo polvoriento de artefactos y rarezas, armando
eventos para fomentar las visitas de forma nocturna, causando furor al lograr
marcar record de visitas.
Entre 1841 y 1865, más de 30
millones de personas habían desfilado por el circo-museo creado por Barnums,
tras cancelar una admisión que en la época promedió los 25 centavos de dólar.
Al fallecer el año 1881, su
familia ligada al rubro de los espectáculos alternativos, optó por vender
entradas para que la gente pudiera ser testigo de la propia autopsia al cuerpo
de Barnums, el hombre que logró la fama por hacer creer a los norteamericanos
que ningún sueño es imposible de alcanzar.
PARA
CONOCER MÁS
Que interesante el reportaje de los OVNIS. Tendrán que estudiar su composición. Está claro que no somos los únicos habitantes de este universo infinito y que la mente humana no está capacitada para entender otros tipos de conocimientos.
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