COMO PECAS, PAGAS. ILUMINADO SACERDOTE VOYERISTA DETENIDO EN EL SUR DE CHILE POR INSTALAR DE FORMA OCULTA UNA CÁMARA EN EL BAÑO DE MUJERES DE LA CASA PARROQUIAL.
Escudado en el nombre de Dios y la fe en la divina trinidad, hay quienes se las ingenian para cautivar desde los argumentos teológicos a ciudadanos incautos que cierran filas ante los misterios que rondan el mundo religioso. El problema radica en gente que opta por vestir de cuello clerical, pero que por diversos motivos, no resisten a las tentaciones de malévolos espíritus que logran apropiarse de almas puras a costa de artimañas y redes tendidas por seres impuros. La clásica y eterna pugna entre la imposición del bien sobre el mal.
Y Chile desde hace varios años a la fecha, sigue destapando casos polémicos ante la opinión pública que vinculan terminan a la Iglesia Católica en hechos indecorosos. Ahora, se libera la información que desde hace diez meses a la fecha, el sacerdote colombiano, Luis Melchor
Juragaro Manaideke, había instalado una cámara en un baño de mujeres para
grabar y captar imágenes de las personas que a diario concurrían al sanitario
de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Puerto Williams.
Fuerte! pero es clave que existan personas dispuestas a romper el silencio y denunciar. Pero en éste caso, la confesión corresponde al propio
religioso, que fue interrogado por el fiscal Fernando Dobson y detectives de la zona precitada. A raíz de las
declaraciones conseguidas del testimonio directo del imputado y los peritajes
efectuados por la PDI, próximamente el individuo -ahora ex párroco de Puerto Williams- será formalizado.
DEL
ACTO A LA DENUNCIA
La repudiable mala práctica propiciada
enfermizamente por el sacerdote, quedó al descubierto luego que los padres de
una menor interpusieran una queja formal por las imágenes que tenía en su poder
el párroco, en las cuales se apreciaba claramente que mostraban a una niña al
interior de un baño. De este modo, una vez disuadido de la situación, el
Vicario general, Fredy Subiabre se trasladó a Puerto Williams, para formalizar
de forma directa una denuncia en la PDI contra del párroco Melchor.
Los antecedentes iniciales dieron
cuenta de la existencia de fotos y videos de una niña captada por el religioso
en el baño. En conferencia de prensa Fredy Subiabre confirmó el episodio, sobre
imágenes captadas en dependencias del aludido recinto católico.
Frente a la situación denunciada, con
fecha 21 de octubre de 2012, las autoridades eclesiásticas iniciaron una
investigación canónica contra el presbítero. Ello por atentar contra la
dignidad de los feligreses en un templo de Dios, junto con violentar
inescrupulosamente la intimidad de las personas, incluida una menor de edad.
Cabe destacar que el cuestionado sacerdote, fue diocesano de Arica y se
encontraba en misión pastoral en Chile desde hace cerca de tres años en el
extremo sur del país.
Dada la gravedad de los hechos
expuestos, la primera medida adoptada fue separar de sus funciones pastorales y
del ejercicio público de su ministerio al sacerdote cuestionado, junto con
fijar su lugar de residencia, a fin de asegurar su disponibilidad para
colaborar tanto en el ámbito canónico como el civil, la justicia en la ciudad
de Punta Arenas.
CONFESIÓN
SINIESTRA
El fiscal Fernando Dobson anticipó que
se encuentra a la espera de unos peritajes encargados a la policía y una vez
que los tenga en sus manos solicitará audiencia para formalizar al sacerdote
colombiano.
“El tenor de la denuncia que estamos
investigando, es sobre imágenes captadas por un sacerdote de personas que
ocupaban el baño del recinto correspondiente a la parroquia”.
El fiscal dijo que “con personal de la
Brigada de Delitos Sexuales le tomamos declaración al sacerdote, quien nos
reconoció haber instalado una cámara, para captar y grabar a las personas que
ingresaban al baño, admitiendo el delito”.
En la confesión dijo que tenía una
cámara instalada en el baño y un receptor en su dormitorio, donde observaba y
grababa a las mujeres que acudían a esta dependencia, principalmente adultas.
“Hay varias diligencias que tenemos
que realizar, para determinar la existencia del delito. No nos podemos basar
solamente en la confesión del imputado. Es necesario periciar una serie de
elementos de almacenamiento de información, como un computador notebook y
diversas tarjetas, para entender cuánto fue el material que pudo recopilar en el
periodo que mantuvo la cámara instalada”.
El eventual delito del sacerdote
caería en la captación de imágenes privadas sin el consentimiento de la persona
titular de la imagen, sancionado legalmente.
Esto no es algo que afecte la
indemnidad sexual o libertad sexual de las personas, pero vulnera la vida
privada de gente.
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