ARTISTA MARCELO GUERRA PRESENTA MONTAJE DE REALISMO MÁGICO EN ÓLEOS SOBRE TELA, ACUARELAS Y DIBUJOS, QUE REVELAN SECRETOS DE UN MUNDO INTERIOR ESTREMECIDO POR EL CÁNCER Y OTRAS EXPERIENCIAS DE VIDA. LA EXPOSICIÓN SE ENCUENTRA ABIERTA HASTA EL 29 DE SEPTIEMBRE EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA
DE CHILE, Y SU ACCESO ES COMPLETAMENTE LIBERADO.
Texto: Bellido Press
Mientras se avanza en medio de la
tormenta, se activa el pase al interior de un complejo submundo cargado de
tensiones, donde los ojos se sumergen en una sincronía de sentimientos revelados de cara a las imágenes que nos recuerdan
estar sumidos en tiempos de GUERRA.
Destellos de pasajes ocultos se revelan
con descarnadas pinceladas de dolor sublime, y luego, sin previo aviso, emergen
ángeles acromáticos que se entremezclan con la naturaleza y las tentaciones del
pecado humano, mientras ofrece la posibilidad de escapar del cuadro un caballo
desbocado.
Caras pintadas y máscaras
derrumbadas, cuerpos fibrosos y aves de papel agitadas. Todo se funde entre
fuentes de agua que invitan a una pausa. Miradas desoladas y flores aceradas; candelabros del siglo pasado, se visten de tibias
velas que con su luz desafían al viento, mientras otras sucumben humeantes
entre textos polvorientos y niños que un sala contigua revientan en llanto. Y
unas pasos más allá, observas mujeres que brindan consuelo a otras que la vida
las dejó por el suelo. De pronto, un cameo inesperado a un cráneo dispuesto como
para un ritual macabro, advierte la fragilidad de la vida, señal que indica que
debes seguir avanzando para romper el letargo.
Sin duda, todo lo expresado son
sólo percepciones subjetivadas por sentimientos individuales, pero que también,
se alimentan de sinergias colectivas que afloran al exponerse cara a cara
frente a las obras del mayor exponente chileno de realismo mágico, Marcelo Guerra, artista visual que escudriña
entre los tímidos pulsos vitales de vivencias personales, para tocar la fibra
sensible de quienes saben decodificar lo que el artista busca transmitir: un
mix entre lo cotidiano, lo indescriptible y una realidad alterada, pero
cubierta de un halo de misterio al explorar sensaciones que oscilan entre fe, desesperación,
euforia, psicomagia, esperanza, tensiones, dramas y llantos.
“Esta exposición recoge una
selección de mi recorrido profesional, donde plasmo lo que más me gusta hacer,
pintar, pero no cualquier cosa, sino aquello que siento y me inspira. Muchas
escenas transmiten pasajes de mi propia vida, del recorrido por un mundo
cargado de experiencias sensoriales, místicas, religiosas y fantásticas,
vinculadas a la trasmutación del sufrimiento íntimo para reinterpretar la forma
de convivir con el cáncer que padece mi esposa. Por eso busco formas
trasgresoras para dar un giro conceptual e interpretativo, sin caer en la
obviedad del dolor puro”, dice Marcelo Guerra.
FICHA TÉCNICANombre de la exposición: Profundamente Guerra
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