LAS SOLUCIONES TECNOLÓGICAS NO SON NI BUENAS NI MALAS, PERO DEPENDEN DE QUIÉN Y CÓMO LAS UTILICEN. VIVIMOS UNA MEGA TENDENCIA DE TRANSFORMACIÓN DIGITAL CON LA LLEGADA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, PERO REQUIERE NUEVA REGULACIÓN, AJUSTAR MARCOS ÉTICOS Y REVISAR LOS MODELOS DE SEGURIDAD PARA REACCIONAR RÁPIDAMENTE ANTE LAS EMPRESAS DEDICADAS AL PHISHING Y VISHING ASISTIDAS POR HACKERS.
Por: Erick Bellido / periodista - analista comunicacional
Según datos de Fortinet Segurity Fabric, el 50% de las empresas del mundo público y privado observaron vulnerabilidades en sus redes de ICS u OT. En lo que va corrido del año 2023, la actividad de ransonware dirigido creció más de 13 veces comparado con el 2022. En 175% han crecido las variantes de malware único en los últimos 5 años. Pero lo más preocupante, es que durante 83 días afectan en promedio los botnets que permanecen en las redes infectadas, es decir erradicarlos completamente toma casi tres meses. Aquí, gran tarea tienen las empresas de ciberseguridad, pues deben maximizar los drivers que amplíen la visibilidad y protección de toda la superficie de ataque digital para gestionar de mejor forma el riesgo, pero a su vez, integrando soluciones que reduzcan la complejidad de la gestión sobre las amenazas. Para ello, las redes de autorreparación deben incluir sistemas automatizados que impulsen la seguridad basada en IA Generativa, maximizando operaciones rápidas y eficientes.
Sólo durante el primer semestre de 2023, Latinoamérica registró 63 mil millones de intentos de ciberataques, mientras que Chile recibió más de 4 mil millones de ciberataques, encendiendo todas las alertas. Esto hizo que empresas del mundo privado e instituciones del sector público aúnen esfuerzos para trabajar de manera colaborativa y no competitiva, sí, unidos, para frenar las alarmantes cifras, que dejan a Chile según la National Cyber Security Index (NCSI), en el puesto 56 a nivel mundial por esta verdadera guerra electrónica.
En este contexto, el marco del mes nacional de la ciberseguridad, cobra especial relevancia la presentación en el Congreso Nacional de Chile la creación del ‘Foro Nacional de la Ciberseguridad’, centrado en trabajar sobre estas materias con altura de miras para democratizar el conocimiento, pero haciendo frente a los problemas graves asociados al mal uso de los datos personales (pérdida de identidad biométrica), junto con revisar a fondo la forma de construir un ciberespacio más seguro.
La instancia que sirvió de preámbulo para que la Cámara Alta suscribiera un convenio con la Alianza Chilena de Ciberseguridad, para realizar actividades destinadas al desarrollo, difusión, ejecución y consolidación del precitado foro. Así, para allanar el camino, se lanzó el libro ‘Construyendo la Ciberseguridad en Chile’ el cual sintetiza los principales hallazgos, acuerdos y desafíos detectados por la Mesa de Ciberseguridad.
Mientras tanto, en otro punto de la capital, se desarrolló durante dos jornadas la versión XI del Summit País Digital, donde se priorizó el foco en el actual proyecto de ley que regula el uso de la Inteligencia Artificial (IA), porque cuando se habla de regular las tecnologías se necesita tener a la vista tres ejes prioritarios; primero, promover la innovación para que la tecnología se desarrolle, se pueda probar y pilotear; segundo, los marcos regulatorios deben prever y hacerse cargo de los riesgos en equilibrio con la promoción de la innovación; tercero, todo avance y promoción debe producirse de forma transversal con toda la industria y las instituciones públicas.
Los desafíos globales requieren que Chile salga constantemente en búsqueda de nuevos espacios competitivos, para instalar su punto de vista a nivel latinoamericano, y aunar sinergias que permitan marcar liderazgos para potenciar la competitividad aprovechando el despegue de innovaciones (startup) e iniciativas complejas (Fondecyt, Corfo, etc) que van aparejadas hoy de la transformación digital, la realidad inmersiva, el metaverso y la inteligencia artificial.
El próximo foro global se realizará entre el 23 y 24 de octubre en Santiago, para acoger una cumbre de altas autoridades en materia de Inteligencia Artificial, y que contará con más de 15 países de Latinoamérica, además de ministros de ciencia, innovación y tecnología para abordar el fenómeno de la quinta revolución tecnológica, y la forma de aprovechar su potencial para el desarrollo sostenible y atraer inversión extranjera en I+D.
No cabe duda que Chile, avanza apoyado de grandes socios estratégicos, pues la UNESCO también hoy ayuda a impulsar los ajustes a la nueva ley de I.A., pero además apoya junto a la CAF la creación del Consejo de Altas Autoridades de Latinoamérica y el Caribe, cuya autoridad ejecutiva tendrá su base en nuestro país, para avanzar como bloque y asegurar que podamos ser escuchados dentro del concierto internacional como OCDE y ONU, cuando se hable de poner límites éticos, normativos, sobre resguardos e inclusivos.
PULSO A LA VANGUARDIA I+D
En el marco del XI Summit 2023 desarrollado por la Fundación Chile País Digital, Aisén Etcheverry, Ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, sostiene que Chile tiene buena ciencia y alta productividad “nuestro país cuenta con una alta producción de papers científicos, cada investigador produce un promedio anual tres publicaciones, más arriba del promedio de la OCDE, siendo citados en revistas de prestigio internacional. Además, hoy Chile cuenta con más de 415 programas de doctorado, desde donde se han graduado 18 mil doctorantes, de ellos un 60% corresponde a titulados en los últimos años, destacando en su mayoría en áreas de las ciencias naturales y las ciencias exactas’. Y a contar de 2024, Chile contará con el primer doctorado de Inteligencia Artificial de Latinoamérica, en un esfuerzo de las universidades del CRUCH Biobío-Ñuble y con apoyo del Gobierno de la región”.
Sin duda, todos estos eventos impulsan ecosistemas que promueven la generación de espacios que buscan en el corto y mediano plazo, dar más fuerza a las competencias digitales, mejorar la productividad, reducir brechas digitales, fortalecer la voz y posición que adoptan las industrias y gobiernos de la región de cara a los nuevos desafíos globales en I+D+IA, pero todo bajo un paraguas que da visibilidad a Chile como un territorio que asume nuevos liderazgos para robustecer su fortaleza digital; pero que también, avanza autocríticamente en detectar donde aumentar el gasto público y privado en innovación y desarrollo, a la vez de seguir avanzando en capacitar al capital humano en áreas productivas.
“En Chile, 2/3 del porcentaje de distribución del gasto en inversión en I+D proviene del sector público, pero solo 1/3 de los recursos provienen del sector privado. Para continuar consolidando el desarrollo del país, se requiere que estas cifras se den vuelta”, afirma la ministra Etcheverry.
Sin duda sus palabras tienen sentido, porque la tendencia a nivel mundial así lo demuestra, y no podemos quedar en el rezago, pero para que ello ocurra, la inversión se debe conectar directamente con los emprendimientos de base científica y tecnológica, y que a la fecha suman más de 1.500 empresas a la espera de capitales ángeles y/o semilla.
Visto desde esta lógica, todo parece indicar que las ‘startup’ podrían ser llave mágica que puede facilitar la apertura de puertas para volvernos más eficientes y competitivos dentro del gran mercado digital, por eso no extraña ver como las universidad y bancos se apegan como imán a quienes proyectan innovar con visión de futuro, al puro estilo del creador de Aple, el empresario y diseñador Steve Jobs.
MODELAR EL FUTURO
El mundo genera un mega flujo de datos que revelan patrones nunca vistos y dan cuenta de informaciones que impactan en múltiples áreas, pero lo interesante, es que por primera vez los datos toman forma gracias a las herramientas que ofrece la Inteligencia Artificial, pues permite desarrollar a partir de ‘promt’ -comandos de instrucción sin conocimientos en informática- una persona pueda generar un infinito caudal de programaciones, apps, sitios web, videos, textos, imágenes, diseños y reportes aplicados a distintas áreas del saber.
Kevin Benedict, futurista de TCS, sostiene que para analizar el futuro se requiere tener presente el despeje de tres grandes y simples preguntas ¿qué es posible?, ¿qué es plausible? y ¿qué es probable que ocurra? Al respecto sostiene que “para ensayar el futuro, se debe trabajar analizando los ‘impactadores’ de la macrotendencias utilizando tablas se seguimiento por ámbitos de interés, es decir, matrices con variables que se cruzan y visualizan impactos desde distintas disciplinas: ciencia, tecnología, sociedad, geopolítica, economía, educación, industria, entre otras. Desde ahí se pueden proyectar escenarios a corto, mediano y largo plazo”.
Clave, dice Benedict, es observar la forma en que aportan los gemelos digitales, y que permiten comprender que esas representaciones digitales de objetos, procesos, eventos, actividades, generan patrones y datos que enseñan las dinámicas por las cuales ocurren ciertos procesos, todo eso ahora, la IA permite que los tomemos para estudiarlos, democratizando el acceso al conocimiento, para luego poder replicamos en un ambiente digital, para luego descomponer un objeto o tema que estemos monitoreando, y desde ahí poder mejorar lo que existe en el mercado, por ejemplo, desarrollar apps para móviles dirigidas al mundo running para mejorar el desempeño en maratones, o bien, aplicada al mundo del agro, con la finalidad de monitorear tiempos de cosecha, stoc de agua, aplicación de fertilizantes, analizar espectrometría satelital y generar reportes infográficos que visualizan la forma de maximizar la producción.
Lo expuesto, permite comprender como los modelos digitales permiten apoyar la toma de decisiones aplicando algoritmos de Inteligencia Artificial, aumentando la velocidad critica para resolver de forma inteligente situaciones de negocios, abriendo espacio para simular escenarios y maximizar la productividad combinada con la toma de decisiones humanas.
“Toda la industria avanza a paso acelerado hacia la automatización. Se mueve en tres pasos: evolución hacia lo automático, conversión a lo automatizado y por último la productividad autónoma”, complementa Kevin Benedict.
Cuando la cadena de procesos productivos avanza por si sola, es porque en realidad está apoyada de sensores y procesos de computación asistidos por software, hardware, nano chip cuánticos e IA Generativa, donde las decisiones muchas veces se toman sin intervención humana.
La inteligencia artificial está en todos lados y al alcance de todos. La humanidad hoy es testigo de un salto gigante de lo análogo a lo digital, acortando el tiempo de reacción para anticipar escenarios futuros, pero en el presente. Todo se decodifica, analiza, rediseña, cuantifica, reconstruye y deconstruye. Y muy pronto veremos como todo se vuelve autónomo. Esto ya ocurre con los taxis autónomos que pasan por San Francisco en California, Estados Unidos o con los cohetes de Space X, y la nueva generación de robots, drones y camiones.
Respecto a los riesgos y desafíos próximos, podemos resumir todo lo expuesto al parafrasear las reflexiones de Rebeca Parsons, directora de tecnología emérita del Responsable de Tech Playbook de Thoughtworks "Si bien nuestra industria no tiene un análogo del juramento hipocrático o los estándares de licencia profesional, como se encuentran en otras profesiones, aún debemos considerar qué responsabilidades tenemos hacia quienes usan la tecnología que construimos, así como hacia aquellos que son invisible durante el proceso de diseño".
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