Texto: Erick Bellido Y.
Analista / especializado en violencia escolar
La gran candidad de suicidios ocurridos en niños y adolescentes en edad escolar detectados en países nórdicos, asiáticos, norteamericanos y latinoamericanos, deja al descubierto no solo agudos problemas en las relaciones entre pares, sino que además, enormes vacíos en la contención emocional por falta de asistencia oportuna de los educadores y de las familias de los educandos. Así, complotan en contra de la multicausalidad no sólo el hecho de que un niño sea agresivo por malas juntas, consumir video-juegos ultra violentos, o ver cino y series de T.V con malas prácticas, sino por también por vivenciar directamente la violencia intrafamiliar, drogas, alcohol, desvinculación paternal y/o maternal, o simplemente ser desantendidos, ignorado y faltos de afectos.
Evidentemente, los niños no son violentos porque si, hay factores endógenos y exógenos que los hacen actuar de mala forma, más allá de si tienen desarrollado o no el sentido del disernimiento.
No se trata en consecuencia de buscar castigos que lleven a judicializar o criminalizar el bullying y la violencia escolar, pero si es necesario diferenciar cuando se esta en presencia de actos que rayan en lo delictual. Es en este último punto, donde las normas y controles vigentes parecen insuficientes, sobre todo en quienes imponen la ley del terror por medio de la fuerza por sobre los más débiles con trágicos resultados que más tarde se lamentan.
ENTRE LA SOLUCIÓN Y EL CONFLICTO
Cambiar esquemas paradigmáticos, entender la génesis de la violencia, instaurar lógica inversa, intervenir aulas pro-socialmente, fomentar la mediación escolar, fomentar las buenas prácticas y motivar la resolución de conflictos visibilizando los problemas y consecuencias del bullying, es parte del secreto para fomentar cambios conductuales en los escolares.
Estrategias parecieran haber millones, se discuten en cuanto congreso, seminario y taller hay, pero son escasas las soluciones prácticas que se recomiendan, o bien, se entregan estrategias para su abordaje, pero con altos costos de implementación.
Si bien es clave capacitarse y conocer modelos teóricos, también es clave aterrizar tantos kilos de teoría inerte en métodos que propendan a la erradicación efectiva de la violencia, para lo cual clave resulta visibilizar lo que muchos intentan invisibilizar, ya sea por razones económicas o por evitar filtrar malas estrategias de manejo de aulas, pues ello impacta negativamente en el desprestigio del establecimiento educacional y su cuerpo de profesores, y evidentemente, genera desconfianza en los padres, haciendo bajar las matrículas.
Pareciera ser que a muchos les acomoda mantener controlada la situación pero maquillando el contexto de los eventos, soterrando y silenciando malas prácticas, sin mediar estrategias efectivas para revertir situaciones de convivencia escolar descontroladas.
No es fácil romper la triada de la violencia donde interactúan bajo el esquema del dominio-sumisión las víctimas, victimarios y espectadores, pero es clave innovar en los modos de efectuar intervención con asistencia de duplas psico-sociales o de psico-orientación.
Apoyar el giro hacia la no agresión, es un trabajo que debe partir desde que el niño comienza a formar su sistema de relaciones cognitivo-conductuales, con métodos de enseñanza para pre-escolares que incorporen la disciplina sin estrés, regulando el aprendizaje sin castigar el error.
Detectar los Hotspot, premiar las buenas acciones, generar teatro pro mediación, aplicar musicoterapia con yoga, ver cine temático, desarrollar juegos de rol y matizar cortos animados con libros de didáctica educativa, son otras técnicas aliatorias complementarias que se suman en el aprendizaje de la buena convivencia sin violencia.
MEDIACIÓN
Es una técnica de resolución de conflictos que se ha mostrado como una forma eficaz para logar conciliaciones entre partes en desacuerdo en diversos ámbitos de la vida de las personas.
Y aunque éste concepto y su aplicación no es nueva, ya en tiempos antiguos era utilizada para conciliar diferencias que influían negativamente en el desarrollo normal y estable de las comunidades.
La mediación es un proceso o método de resolución de conflictos en el que las partes principales y/o sus representantes, con la asistencia de un tercero imparcial, el mediador, consiguen por sí mismas, a través de la discusión y la negociación, adoptar acuerdos mutuamente satisfactorios.
La mediación es un proceso dotado de una serie de técnicas que se emplean para conseguir unos objetivos específicos. Los participantes protagonizan la mediación, pues son ellos quienes, asistidos por el mediador, dialogan, se comunican, negocian y adoptan sus propias decisiones. La elaboración de un plan o convenio para el futuro, que pueda ser aceptado y cumplido por los participantes, así como su preparación para aceptar las consecuencias de sus propias decisiones, se encuentran precisamente entre esos objetivos.
Existen características de la mediación que son de orden variable como las siguientes:
- El grado de consenso alcanzado.
- Independencia y neutralidad del mediador.
- Cualificación, experiencia y técnica del mediador.
- Alcance y naturaleza de las intervenciones del mediador.
- Responsabilidad del mediador hacia las partes.
- Grado de confidencialidad del proceso.
- Alcance y naturaleza de los procedimientos y reglas seguidos.
- Modo en que los intereses y necesidades de las partes han sido tomados en cuenta.
VENTAJAS DE LA MEDIACIÓN
Flexible. La mediación, según dicho autor, admite diversos grados de formalidad en función de la situación de las partes implicadas: formal, por ejemplo, para resolver una disputa entre dos hombres de negocios, o una compleja disputa sobre construcción; menos formal, como un método para discutir problemas conflictivos dentro de una organización; o incluso informal, como un medio cotidiano de afrontar los problemas de la gente.
Voluntaria. Las partes de una disputa entran en el proceso de mediación por propia decisión, determinan qué información revelan u ocultan, deciden si llegan a un acuerdo o no, y pueden retirarse en cualquier momento. Es decir, nadie tiene que aceptar una solución impuesta, y las partes son libres de no llegar a un acuerdo si creen que existe otra alternativa mejor.
Rápida. La mediación es un proceso mucho más rápido que un litigio judicial, pues el conflicto puede llegar a resolverse en cuestión de días y, en algunos casos, incluso de horas. Puede comenzar en cualquier momento, cuando los participantes acepten la mediación, y fijarse un calendario de sesiones a conveniencia de las partes.
Produce acuerdos creativos. Es absolutamente cierto, como expresa el autor, que mientras un tribunal decide quién gana y quién pierde, o un árbitro impone un acuerdo, la mediación cambia las reglas del juego. El mediador trabaja con las partes para generar todas las soluciones posibles, buscando arreglos creativos no sólo para solucionar el problema planteado, sino para que se mejoren las relaciones entre ellas.
Utiliza un lenguaje sencillo. No menos cierto que el mediador emplea un lenguaje simple que la gente puede entender y que les permite comunicarse. Una de las circunstancias que favorecen la mediación es precisamente cuando se debaten cuestiones técnicas muy complejas. Dejar momentáneamente de lado los papeles y pedir a las partes que explican lo que realmente desean favorece en muchas ocasiones el acuerdo, como en mi propia experiencia he tenido la oportunidad de comprobar.
Permite encontrar soluciones de "sentido común". La mediación no se limita a los precedentes legales, lo cual no quiere decir que no se tengan en cuenta. Permite que las partes ajusten sus distintas percepciones y sus reclamaciones de modo que resulten más realistas.
En definitiva, la mediación trata de encontrar una solución que sea satisfactoria para ambas partes, evitando en todo caso que exista un perdedor.
...Y ahora ¿Qué piensas hacer al interior de tu colegio, escuela o liceo?
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