VARONES Y MUJERES SUCUMBEN AL MEZCLAR LA MAGIA DEL BAILE, ENCANTO SEXUAL Y UNA VARIOPINTA COCKTELERA DE DROGAS... EL PELIGRO INCREMENTA AL CAPTAR EN ESTOS JUEGOS A JÓVENES MENORES DE 18 AÑOS QUE BUSCAN PROBAR VIVENCIAS EXTREMAS, LO QUE OBLIGA A LA SOCIEDAD A CREAR PROTOCOLOS Y PROTEGERSE DE EVENTUALES DELITOS. ¡OJO CON LO QUE BEBES Y PONTE EN 'ALERTA'!
Texto: Bellido Press
Hace dos años atrás, un reportaje emitido por Canal 13 en Chile, dejó al descubierto ante la opinión pública la existencia de fiestas comerciales para menores de 18 años donde el alcohol, las drogas y el sexo se experimentan de forma libre y prácticamente sin control, y donde los adultos a cargo de su producción y promoción organizan eventos de este corte semana tras semana. Es que lo único que les importa es lucrar con un segmento social que busca espacios para vivenciar experiencias al límite de lo permitido.
ADULTOS PONEN LÍMITES
Cuando nos acercamos a mediados del año 2017, la preocupación por el comportamiento de los escolares en las fiestas y el prematuro consumo de alcohol y drogas en jóvenes de corta edad vuelven a surgir como materia pendiente de ser abordada al interior de los establecimientos educacionales, en los municipios, universidades y seguramente es tema de conversación al interior de miles de familias.
Por eso, no resulta extraño que surjan grupos en Facebook y WhatsApp donde los propios centros de padres y apoderados de diversos liceos y colegios de la Región Metropolitana se han organizado para colocarse de acuerdo en la forma de poner límites, creando verdaderos decálogos y protocolos que buscan poner reglas mínimas para activar eventos, fiestas o celebraciones juveniles. Todo vale para evitar escaladas de violencia y exposición innecesaria a vulneraciones de derecho o la comisión de delitos de connotación sexual.
Sin duda la problemática inquieta a diversos sectores de la sociedad, porque no solo toca responsabilidad a los padres de los menores de edad, sino también, a los directores, rectores y encargados de convivencia escolar de los colegios. Pero si abrimos el abanico de responsabilidades, también debe ser tema de preocupación de quienes auspician o publicitan sus marcas dentro de este tipo de eventos con malas prácticas, también implica un llamado para los medios de comunicación para denunciar y de las autoridades locales para intensificar la fiscalización al interior de comunas donde se realizan las fiestas donde 'todo vale'.
Mientras surgen ideas para fortalecer la enseñanza de valores y la autonomía para enfrentar los riesgos y/o excesos de los carretes o juegas juveniles, resulta urgente redoblar los esfuerzos de fiscalización para evitar situaciones en las que los jóvenes terminan perdiendo la conciencia por los excesos en el consumo de bebidas alcohólicas e ingesta de sustancias peligrosas.
Mientras los directivos y apoderados de colegios acuerdan reforzar la toma de conciencia juvenil, otros recintos ya han establecido verdaderas redes virtuales con transferencia de información entre los miembros de las comunidades educativas para fomentar encuentros escolares sin alcohol, en horarios más tempranos y promover la organización de turnos para los traslados, de manera de evitar que los menores transiten solos de noche.
Así aparece como rol clave la promoción de un mayor acompañamiento de los padres hacia los adolescentes, para que la diversión con los amigos no termine en desbordes, vandalismo y excesos, ello tomando en consideración que Chile exhibe el mayor nivel de consumo de alcohol per cápita de la región, el que se produce en cortos períodos —55 gramos promedio en un lapso de 1,6 días—, lo que explica los altos índices de embriaguez durante los fines de semana.
Aunque en Chile es ilegal su consumo de alcohol y drogas por parte de menores, uno de cada tres escolares de octavo básico (educación primaria) a cuarto medio (educación secundaria) declara haber tomado alcohol el último mes y el 63 por ciento reconoce haberse embriagado.
NUEVOS DESAFÍOS
¿Qué induce a los adolescentes y también a los adultos a anular la mente en las fiestas comerciales y carretes domésticos? ...quizás la idea generalizada de que el entretenimiento y la diversión solo se consiguen bajo los efectos del alcohol y la droga, y que al estar en esa condición el sexo llega por arte de magia porque facilita las relaciones sociales.
A lo anterior, se agrega una debilitada sanción social hacia las personas que circulan por la vía pública embriagas o anuladas de sentido por mezclar distintos elementos al interior de su organismo. Pero para lograr modificar esta extendida práctica pasarán décadas, porque es el desafío implica no solo la activación de campañas, sino un cambio en el patrón de una cultura que ya tiene la distorsión enquistada en el tejido social.
Las nuevas generaciones de padres y otras tres hacia atrás podrán recordar todos los esfuerzos que se han hecho por plantear un rol activo en la formación del sentido de responsabilidad mediante el diálogo y el establecimiento de ciertos límites precisos, no obstante, el escenario poco y nada cambia, pese a que la experiencia internacional indica que tan importante como la familia en su acción formadora, es contar con una eficiente fiscalización donde se sancione la venta y consumo de drogras y alcohol, especialmente cuando se involucra como consumidores a menores de edad, debiendo responsabilizar a los adultos que lo promueven sin escrúpulo alguno.
FENÓMENOS EMERGENTES
El problema es que las malas prácticas avanzan en toda América del Sur, y donde en países como Brasil, Colombia, Perú y Argentina, los adultos también se convierten en blanco fácil de personas que buscan aprovecharse de la perdida de los sentidos después de irse de tapas y copas.
Sabido es que existen verdaderas bandas de delincuentes que se organizan para captar dentro de fiestas alternativas, discos y bares a mujeres y hombres con tácticas de seducción y empatía. Sin duda un juego que puede parecer simple, pero que el tras fondo es más oscuro de lo que se puedan imaginar.
Los incautos que han logrado enganchar en estas furtivas aventuras sentimentales express, sostienen que entre el intercambio de brindis y copas, algo ponen en sus bebestibles y al poco andar caen inconscientes, siendo víctimas de asaltos fuera de los locales donde generaron el contacto con bellas mujeres o encantadores galanes bien vestidos. Algunos, terminan perdiendo algo más que dinero, pues se apropian de sus celulares, tarjetas de crédito y otras pertenencias de valor.
Por eso el llamado es a estar alertas, informados, a desconfiar de los desconocidos, y claramente, a no aceptar compartir mesa o copas con personas que descubrieron al paso de un par de salidas bajo la premisa de 'vivir la vida sin límites'.
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