Texto: Erick Bellido Y.
erick@bellido.cl
En tiempos en que las tormentas solares retoman alta actividad y la ionización en el Océano Pacífico se torna en extremo alta, al igual que la concentración de plasma a la zona de atracción gravitacional, se suma una cadena de eventos telúricos que denotan un activo flujo de electrones desde la litósfera a la ionósfera, todo lo cual incide negativamente en los cálculos matemáticos y geofísicos sobre el devenir de nuestro planeta.
Así por ejemplo, es posible comprender que nada es casualidad, sino causalidad con efectos en el entorno. Como el terremoto de Turquía del fin de semana pasado, el cual dejó cerca de 300 fallecidos -podría superar las 1.000 personas- producto de los derrumbes generados por la sacudida que superó los 7,2 grados. Un terremoto preocupante, pues su foco no llegó a los 10 kilómetros de profundidad, junto con estar asolando tectónicamente la superficie de gran parte del Oriente de Europa. Es que la configuración de todos aquellos países que se sitúan entre las Azores, Gibraltar, Italia, Grecia, Turquía e incluso hasta la propia India, se emplazan sobre las placas telúricas de esta faja planetaria, afectando a las pequeñas piezas europeas, asiáticas y africanas ya que practican el peligroso juego de la fricción, el cual ejerce un verdadero efecto dominó; movimientos sísmicos que de seguir a este ritmo se tornan literalmente catastróficos, pues podrían llegar ha reactivar un rede volcánica -Etna o el Hierro-, o los de Islandia, etc., cada día una sorpresa telúrica, y por ende una impulsar inestables reacciones de la superficie terrestre y marítima...
Pero al evento descrito se suma una saga de fuertes sismos en Argentina (6,2); China (5,6); Perú (4,6); Chile (4,9 y 5,2 en el norte) entre ayer domingo, lunes y la noche de hoy.
En los últimos seis meses la actividad sísmica se encuentra altamente activa en todo el orbe, situación que mantiene alertas a todos los organismos internacionales que trabajan en el monitoreo... no obstante, no hay planes de contingencia frente a la emergencia!!!!
Si desea monitorear la actividad telúrica a nivel global, y claro, en su propio país, aconsejo ver el siguiente link: http://aslwww.cr.usgs.gov/Seismic_Data/heli2.shtml
Al revisar los sismográmas del fin de semana pasado, es factible demostrar que la actividad sísmica llegó a un peak altamente preocupante, el cual indica que la fenomenología se encuentra en una constante alza.
EL EJE SE MUEVE
Cuando Chile se remeció con una magnitud de 8,8 en la escala de Richter el pasado 27 de febrero de 2010, se desplazó 8 centímetros el eje de rotación de la Tierra, acortando el día terrestre en imperceptibles 1,26 microsegundos, situación similar a la producida el 11 de marzo de 2011 tras el feroz terremoto grado Richter 9 que sacudió la costa este de Japón generando un efecto similar sobre el eje de rotación planetaria. Expertos sismólogos sostienen que la energía liberada durante el terremoto -que se estima fue 100 veces mayor que la liberada por el terremoto de Haití, el 12 de enero de 2010- habría desplazado unos 10 centímetros el eje de rotación de la Tierra.
Un patrón ya conocido, pues el año 2002, la NASA informó que en Indonesia, el eje de la Tierra se inclinó 2.5 centí¬metros por un intenso fenómeno sí¬smico. Como consecuencia de ello La Tierra se hizo más compacta y se aceleró, como si las placas continentales se hubieran superpuesto. No obstante ello, las consecuencias del cambio en el eje terrestre no fueron demasiado grandes porque el maremoto ocurrió cerca del Ecuador. Pero evidentemente los efectos podrí¬an haber sido mayores si las placas continentales se hubiesen desplazado a 45 grados de latitud.
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