DESPERTAR HABILIDADES PARA EL FUTURO
CIUDADANO, ESTIMULAR EL USO DE TIC MÓVILES EN LAS AULAS Y COMPRENDER QUE LOS
MÉTODOS DE APRENDIZAJE NO VAN A LA PAR CON LOS NUEVOS TIEMPOS, AYUDARÍAN A
POTENCIAR LA METACOGNICIÓN AL RENOVAR LA DINÁMICA DEL ENTRENAMIENTO MENTAL DE LOS JÓVENES PARA RESOLVER LOS DESCONOCIDOS PROBLEMAS DEL MAÑANA.
Por: erick@bellido.cl
La dinámica del aprendizaje en
las aulas definitivamente debe dar un giro en 180°. Falta generar ajustes y
cambios de engranaje en el diseño curricular para dar mayor flexibilidad al
mercado editorial orientado a la educación, con el propósito de incorporar en
sus herramientas de enseñanza nuevas innovaciones en la metodología que permite
apoyar el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo que va en directo beneficio de
la gestión del conocimiento, y donde el mundo digital comience a tomar mayor
valor, integrando al aula, con los resguardos debidos, el uso seguro de tablet,
smartphones, videojuegos, redes sociales con fines educativos, e incluso
lentes de realidad virtual con programas adaptados a las materias.
¿TECNOLOGÍA MÓVIL EN
EL AULA?
Basta con recorrer algunos colegios
elegidos al azar, para darse cuenta existen grandes brechas a la hora de
incorporar los recursos digitales y tecnologías móviles en las aulas. Los
motivos para negar su ingreso son variados, pero se requiere una reflexión mayor
para que los proyectos educativos no se queden en el pasado y se modernicen, alineados con las necesidades y habilidades del siglo XXI.
Estamos en plena era en que los juguetes
son drones, los celulares son verdaderas computadoras multipropósito, los relojes
son extraplanos e inteligentes, y donde la realidad aumentada ya se vive con
algunos tímidos textos de divulgación científica, pero de alto costo.
Aunque siempre hay honrosas excepciones,
es aún generalizada la idea al interior de los colegios de evitar que los
escolares lleven a clases todo tipo de celulares o dispositivos tecnológicos.
Fundamentos hay tantos como usted pueda imaginar, pero aquí sintetizamos
algunos de los más comunes:
1. El colegio no se hace
responsable por robos.
2. Los dispositivos TIC distraen
a los alumnos de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
3. Algunos alumnos podrían
conectarse a las redes sociales y eso conlleva peligros (ej: ciberacoso).
4. Hay escolares que usan los dispositivos
móviles para hacer bullying a sus compañeros(as).
5. Los equipos móviles pueden
llevarlos al colegio, pero deben guardarlos en casilleros o cajas adaptadas
para dejarlos apagados en custodia hasta que terminen las clases.
6.Los alumnos ya no escriben en
clases, y sacan fotos a los contenidos. Escribir ayuda a memorizar.
7. Evitar el intercambio de mensajería
de textos, fotos o producción de videos en horas de clases.
8. Al colgarse los escolares de
la señal de Internet, hacen más lenta la conectividad de los profesores que trabajan
con salas de computación, lo que desincentiva el uso de tecnología móvil.
9. No todos los escolares tienen
un celular o tablet, por lo que se restringe el uso y se evita la discriminación, incluso
entre los que ya tienen tecnología de última generación.
10. No existen herramientas
educativas para incorporar al aula los dispositivos móviles.
Claramente, para muchos resulta más
fácil encontrar argumentos en contra que a favor del uso de las tecnologías en una
sala de clases. Es evidente que el control del profesor siempre debe primar, no solo porque usan los dispositivos precitados de ayuda memoria, sino porque, hasta cierto
punto, los diversos argumentos esgrimidos hacen sentido frente a los distractores
y riesgos visualizados.
Se debe reconocer que el error está en los modelos educativos, que niegan un mundo de posibilidades frente a una 'Generación Z’ de nativos digitales, esos chicos que hacen su vida justamente anclados a los entornos digitales o virtuales, donde es lejos más entretenido para ellos, estar full conectado porque estar fuera de la 'matrix' no resulta estimulante. ¡El mundo fuera del colegio es high tech!.
Se debe reconocer que el error está en los modelos educativos, que niegan un mundo de posibilidades frente a una 'Generación Z’ de nativos digitales, esos chicos que hacen su vida justamente anclados a los entornos digitales o virtuales, donde es lejos más entretenido para ellos, estar full conectado porque estar fuera de la 'matrix' no resulta estimulante. ¡El mundo fuera del colegio es high tech!.
Aires de cambio
Pero la evolución ya llegó a las
aulas, y existen innovaciones que ya se han incorporado en las didácticas y
herramientas educativas. Para el año 2017, por ejemplo, Editorial Santillana desarrolló proyectos educativos que integran
la tecnología. La manera de comunicarnos y acceder al
conocimiento cambió, porque se dieron cuenta de que los niños, niñas y
adolescentes no solo aprendieron a usarla a temprana edad, sino a vivir con
ella integrándola en sus vidas.
Rodolfo Hidalgo, director de contenidos de Editorial Santillana en Chile, es claro al señalar que “en nuestra Casa
Editorial aprendimos a repensar nuestras propuestas pedagógicas, en coherencia
con las demandas del siglo XXI”, dice y luego agrega: “Por eso creamos en este nuevo
contexto educativo un innovador proyecto que potencia de forma didáctica y
curada, un cambio social y curricular a través de un material ajustado a las
bases curriculares de 1° y 2° año de enseñanza media, que denominamos Aprender@Aprender”.
El modelo de aprendizaje al que se refiere Rodolfo Hidalgo se aplica para Lengua y Literatura, Matemáticas,
Historia, Biología, Física, Química, Geografía y Ciencias Sociales, basado bajo tres ideas esenciales. Primero, se dispuso la creación de un programa
didáctico digital e impreso para abordar los Objetivos de Aprendizaje de las
Bases Curriculares de Enseñanza Media; en segunda instancia, se implementan dos
componentes para acceder al contenido curricular, un libro web y un libro de
estudio. La tercera idea fuerza, se desplegó junto a conceptos pedagógicos
como valoración del profesor como protagonista de la enseñanza, integración
de la tecnología al servicio del aprendizaje y oportunidad para proponer nuevas
metodologías.
Revolución del
aprendizaje
Algunas de las virtudes que
incorpora el proyecto Santillana Aprender@Aprender es que favorece una integración
armónica de la tecnología en el aula, respetando la dinámica de una clase
tradicional, pero incorporando mejoras sustantivas en la presentación, estudio y
aprendizaje de los contenidos, integrando el concepto de libro web que
permite el despliegue de recursos multimodales y multimediales, barra digital para
acceder a contenidos por temas y lecciones, preguntas tipo PSU, además de
diversos objetos digitales de aprendizaje (ODAS) que ilustran, complementan y
permiten ejercitar las materias de forma lúdica y autónoma.
Explora más virtudes en la
siguiente infografía que permite dimensionar cómo se integran los diversos componentes
del proyecto en la dinámica del aprendizaje escolar.
Mejor educación, mejor rendimiento
Para revertir las tendencias, es
necesario generar un cambio de paradigma, porque es evidente que existe una
profunda desconexión entre lo que los estudiantes aprenden en el colegio y lo
que sucede en el mundo real. Esas discrepancias entre lo que se enseña y las
habilidades que requieren los escolares que salen al mundo laboral o ingresan a
la educación superior para luego optar a los empleos existentes requieren de un
cambio a gran nivel. Un egresado de
educación media que no tuvo éxito en la PSU dónde trabajará, y qué habilidades
mínimas debe tener integradas para ser competente. En caso de un
estudiante de educación superior, ¿es necesario nivelarlo para que rinda con
éxito en su proceso formativo técnico o profesional, o debe poseer los conocimientos adelantados desde el colegio?.
Sabemos que en el futuro habrá
empleos que aún no existen, con tecnologías que aún no han sido inventadas para
problemas que aún no sabemos que son problemas, y desde esa paradoja cabe
preguntarse lo obvio: ¿qué hacemos educando a los jóvenes con metodologías del
siglo XIX y XX si nos encontramos ya en el siglo XXI?
Si el futuro ya es hoy, y sabemos
que los trabajos repetitivos serán sustituidos en 10 o 20 años más por programación
de equipos automatizados o robots, ¿por qué seguimos negándonos al uso de la tecnología
en las aulas desde que los niños comienzan su proceso de aprendizaje en los
primeros ciclos de formación?
Es posible cambiar los modelos de
aprendizaje y enseñanza, formar escolares, técnicos y profesionales más
competitivos de cara al futuro inmediato, con menores costos y mayor espacio para
el desarrollo de las habilidades de un siglo XXI que ya nos comienza a pasar la
cuenta porque no somos capaces de dar solución a los problemas de base, y que
terminan por modelar el destino de toda una nación.
China, Japón, Singapur, Corea del
Sur, Finlandia, Noruega, Holanda y Canadá ya lo entendieron, y cambiaron por
completo sus proyectos educativos, logrando los mejores resultados según
mediciones validadas por el World Economic Forum y el informe The Global
Competitiveness Report 2016-2017, a los que se suma la OCDE y PISA.
Sin duda, el cambio educacional
está asociado a la adquisición de las habilidades escolares para el siglo XXI,
que comprenden el fomento del pensamiento crítico (cuestionar); estimular la creatividad
(se nace con y se puede adquirir); impulsar la capacidad de imaginar (ingrediente
básico, y todos la tenemos al nacer); despertar la curiosidad (preguntar); activar
la capacidad de trabajar en equipo (generar retroalimentación útil), y, finalmente, potenciar la comunicación en
un siglo en el que la clave se juega en la generación de información para la toma
de decisiones y la transmisión de las ideas.
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