DESCUBRE LOS SECRETOS DETRÁS DE LA ORDEN DINÁSTICA MÁS PRESTIGIADA DEL PLANETA, MATERIALIZADA MEDIANTE UN COLLAR NO HEREADABLE, QUE SIMBOLIZA DESDE EL SIGLO XVIII LA MAYOR DISTINCIÓN QUE CONCEDE LA CASA REAL DE ESPAÑA A ILUSTRES EXTRAJEROS EN FAVOR DE LA CORONA.
Aparece en decénas de óleos, gravados y retratos de la realeza en el viejo continente. Se encuentra presente en el escudo de armas oficial de gobierno español. La realeza lo porta en ceremonias oficiales y en bodas reales. El llamado "Toisón de Oro" para muchos es un totem de poder, para otros una pieza que marca con sello de fuego a quienes son miembros de una centeraria orden real elitista y excluyente a la vez.
Para los ojos de sus custodios de las tradiciones reales, es lejos el máximo símbolo de inclusión social al selecto grupo de confianza la realeza española. Un collar que sirve de llave de entrada a un exclusivo club del que únicamente forman parte 23 personas en todo el mundo a la fecha, junto con ser el máximo ícono representativo de los ideales caballerescos. Y es el propio rey Juan Carlos I quién protagoniza el rito de la condecoración en estos tiempos. El collar de oro posee 26 eslabones dobles y pedernales despidiendo llamas, del que cuelga un “vellocino de oro”, el cual representa iconográficamente la historia bíblica del carnero de Gedeón, junto con hacer expresa alusión al mito griego del vellocino de oro, vale decir, el regalo de los dioses, el cual aportaba prosperidad a quien lo poseyera. Por ende, evoca, el heroísmo que demostraron el héroe Jasón y los argonautas, de los que formaba parte Hércules, para repatriar a Grecia, desde la asiática ciudad de Colquide, el precioso talismán cuya imagen pende de los collares que todavía se entregan a los caballeros en su investidura en plena era de la revolución digital.
Para los ojos de sus custodios de las tradiciones reales, es lejos el máximo símbolo de inclusión social al selecto grupo de confianza la realeza española. Un collar que sirve de llave de entrada a un exclusivo club del que únicamente forman parte 23 personas en todo el mundo a la fecha, junto con ser el máximo ícono representativo de los ideales caballerescos. Y es el propio rey Juan Carlos I quién protagoniza el rito de la condecoración en estos tiempos. El collar de oro posee 26 eslabones dobles y pedernales despidiendo llamas, del que cuelga un “vellocino de oro”, el cual representa iconográficamente la historia bíblica del carnero de Gedeón, junto con hacer expresa alusión al mito griego del vellocino de oro, vale decir, el regalo de los dioses, el cual aportaba prosperidad a quien lo poseyera. Por ende, evoca, el heroísmo que demostraron el héroe Jasón y los argonautas, de los que formaba parte Hércules, para repatriar a Grecia, desde la asiática ciudad de Colquide, el precioso talismán cuya imagen pende de los collares que todavía se entregan a los caballeros en su investidura en plena era de la revolución digital.
Sobre la creación del “Toisón de Oro”, este se remonta al siglo XVIII, hacia el año 1429, época en que el duque de Borgoña Felipe III -dividido en dos ramas: austríaca y española-, decretara su confección para fortalecer lazos y pactos estratégicos a favor de la diplomacia. De esta forma la mentada Orden de Toison de Oro, no admite jerarquía de pertenencia a la misma. Solamente existe una categoría: Caballero o dama del collar, poniendo así de manifiesto la voluntad del fundador de igualar, en el seno de la propia orden, a todos sus miembros.
El Toisón de Oro no es una condecoración de Estado, como lo son la Real y Distinguida Orden de Carlos III (máxima Condecoración que otorga el Estado Español), la Real Orden de Isabel la Católica o la del Mérito Civil; sino que por el contrario, es una orden de carácter Familiar, (pertenece a la Familia Borbón), que han ostentado los jefes de las distintas Casas Reales que han existido a lo largo de la historia en España.
Así, entre las figuras ilustres que han recibido el mentado collar figuran: Torcuato Fernández Miranda, José María Pemán, el infante Carlos de Borbón dos Sicilias, el marqués de Mondéjar, el anterior duque de Alburquerque, el rey de Suecia, Margarita de Dinamarca, Beatriz de Holanda, Constantino de Grecia, el emperador Akihito, Tayllerand, Napoleón III, la reina Isabel II de Inglaterra, Alberto de Bélgica, Simeón de Bulgaria, el rey de Tailandia, el duque Juan de Luxemburgo, el duque Enrique de Luxemburgo y el rey de Arabia Saudí. Todas, personalidades que han destacado por los servicios prestados a la Corona del Rey de España. Altualmente sólo cinco personas la poseen: el propio monarca español Juan Carlos, el Príncipe de Asturias, el Rey Adolfo Suárez (otorgada en el 2007 en el cumplimiento del 30 aniversario de las primeras elecciones democráticas), Javier Solana (2010) y Víctor García de la Concha. (2010)
SÓLO 60 TENDRÁN EL HONOR
Cada rey, durante su estancia en el poder, está autorizado por decreto Ley a entregar solo 60 collares en nombre de la realeza. Don Juan Carlos I, a la fecha ya otorgó un total de 23 Toisones de Oro. Baja cantidad si se compara con los 51 que logró entregar su antecesor el Rey Carlos V.
Pero no se confunda. El “Toison” no es un bien heredable. La razón es que el collar no es hereditario, sino que los descendientes deben devolverlo una vez que el titular del collar fallece, con el fin de que sea otorgado a otra persona. Sólo hay una excepción: la reina Isabel II, en 1812, concedió el collar al duque de Wellington y posteriormente le permitió quedarse con él.
Lo anterior explica que el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, recibiera recientemente un collar que en 1926 fuera otorgado de manos del otrora rey de España Alfonso XIII, abuelo del actual monarca a don Gastón Doumergue, un antiguo presidente galo.
Actualmente, una exposición itinerante recorre importantes centros culturales de España, donde se exalta la historia de la Orden más antigua de la citada nación. La muestra, durante enero y febrero puede ser apreciada en Madrid en la Fundación Carlos de Amberes.
DATO: La Orden del Toisón, desde su origen posee un santo patrono. Se trata de la figura de San Andrés, cuya fiesta es el 30 de noviembre. De hecho en la fe cristiana española, El martirio de San Andrés, representa al apóstol. La cruz en forma de aspa, llamada de Borgoña, fue el emblema de los tercios de Flandes y todavía forma parte de los escudos de rey y de las fuerzas armadas españolas.
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