750 MIL NIÑOS HAITIANOS HAN REGRESADO A LAS ESCUELAS Y 80 MIL LO HAN HECHO EN LAS 193 INSTALACIONES ANTISÍSMICAS CONSTRUIDAS POR UNICEF.
Una leve mejora en la situación de la infancia a dos años de terremoto que devastó Haití, consigna el informe “La infancia de Haití tras dos años” de UNICEF, dado a conocer esta semana. El documento señala que las condiciones de vida de los niños y niñas ha mejorando en el país, a pesar de que aún se presentan retos en las áreas de educación, salud, nutrición y protección infantil.
UNICEF ha contribuido a que más de 750.000 niños vuelvan a la escuela, de los cuales unos 80.000 asisten ahora a clase en 193 escuelas seguras y resistentes a sismos construidas por el organismo internacional. Más de 120.000 niños disfrutan del juego en 520 espacios acogedores para la infancia. Más de 15.000 niños con desnutrición han recibido asistencia vital en 314 programas de alimentación terapéutica que apoya UNICEF. Y 95 comunidades rurales han emprendido nuevos proyectos de mejora de saneamiento.
En la esfera de protección infantil, un gran paso ha sido que el gobierno de Haití ha reforzado su marco jurídico para los niños y niñas que viven en instituciones. Antes del terremoto, el gobierno no sabía cuántos niños vivían en instituciones y tampoco su paradero. Ahora, en cambio, con el apoyo de UNICEF, se ha lanzado la primera Guía de centros residenciales de asistencia. Hasta el momento se han evaluado más de la mitad de los 650 centros del país y se ha inscrito a más de 13.400 niños, de los 50.000 que se calcula que viven en centros residenciales. El gobierno también ha firmado el Convenio de la Haya sobre Adopción Internacional, que protege los derechos de los niños, sus progenitores biológicos y los padres adoptivos, además de establecer normas básicas para las adopciones.
"Hay evidencias de pequeñas victorias en todas partes, aunque permanecen serias lagunas y deficiencias en las estructuras básicas del gobierno de Haití," ha dicho Françoise Gruloos-Ackermans, Representante de UNICEF en Haití. "No nos equivoquemos: el país sigue en una situación frágil, acosado por la pobreza crónica y el subdesarrollo. Sus débiles instituciones dejan a los niños vulnerables ante cambios bruscos y el impacto del desastre".
El informe señala que la mayoría de los 4.316.000 niños y niñas aún tienen opciones limitadas para su supervivencia, desarrollo y protección. Aunque han iniciado el año 2012 con un nuevo gobierno largamente esperado y con un presupuesto nacional, la infancia está afectada por los variados retos que persisten para un país en el que las cicatrices del terremoto aún son visibles en las infraestructuras, las instituciones y los sistemas sociales.
Más de medio millón de personas viven todavía en más de 800 diferentes áreas de desplazados en toda la zona afectada por el terremoto. Alrededor de un 77% vivía como arrendatario antes del terremoto, lo que significa que la mayoría no tiene hogares propios a los que regresar. El brote de cólera que se produjo tras el terremoto sigue siendo una carga adicional para servicios e infraestructuras ya severamente limitados.
"El país necesitará apoyo firme y fuerte para superar los retos que aún afronta", ha señalado Gruloos-Ackermans. "Mientras la cifra de muertes y el nivel de destrucción por el terremoto fueron sin par en los tiempos modernos, los recursos movilizados tras el desastre también fueron excepcionales," añadió. "Juntos presentan una oportunidad única en la vida para situar a Haití en una trayectoria que detenga y dé marcha atrás a décadas de degradación y desgobierno".
En el último año de su programa de transición para la recuperación tras el terremoto, UNICEF sigue poniendo en práctica simultáneamente una combinación de asistencia humanitaria, desarrollo de capacidades para la reconstrucción institucional y la incidencia política, con el fin de hacer frente a retos críticos y crónicos que impiden el cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Para llevar a cabo todo esto, aún hacen falta fondos. UNICEF necesita 24 millones de dólares para atender necesidades humanitarias inmediatas en 2012. Estos recursos serán utilizados para apoyar a la infancia vulnerable a través de cinco proyectos clave en salud, nutrición, agua y saneamiento, educación y protección infantil. Otros 30 millones de dólares son necesarios para asistencia al desarrollo a largo plazo.
UNICEF insiste en que mantener a los niños y niñas a salvo, sanos y aprendiendo es un objetivo común y compartido por progenitores, profesores, entidades públicas y privadas, organizaciones religiosas, el nuevo gobierno y otros, en todo Haití. Una amplia gama de aliados trabajan juntos para innovar, resolver problemas y generar el impulso que lleve a un futuro sostenible para los niños de Haití.
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